El exdelegado del gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha denunciado hoy la situación “insostenible” que se vive en esa comunidad y pide al gobierno de Pedro Sánchez que “actúe con contundencia porque esto no se arregla enviando cartas”. Añade que las únicas cartas que deben enviarse a la Generalitat en estos momentos son “los requerimientos previos para imponer el artículo 155”.
Enric Millo se refiere al hecho de que el Gobierno Sánchez haya pedido por carta explicaciones a la Generalitat de Cataluña ante la actuación de los Mossos d’Esquadra durante los altercados producidos en Cataluña en los últimos días, ya que carios ministros del Ejecutivo se han dirigido por carta a cargos de la Generalitat de Cataluña exigiendo explicaciones por su «dejación de funciones” al no haber ordenado a los Mossos que actuaran ante las protestas de los denominados Comités de Defensa de la República (CDR). El Ejecutivo socialista ha enviado tres misivas al gobierno de Quim Torra: una de la vicepresidenta Carmen Calvo a su homólogo Pere Aragonès; otra del titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, al consejero del ramo Miquel Buch; y otra firmada por el ministro de Fomento, José Luis Ábalos, y dirigido al conseller de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet
Millo insiste en que “estamos en una situación límite y no hay más remedio que actuar con carácter definitivo”. En su opinión, la escalada de violencia por parte de los independentistas, la huelga de hambre o la apuesta por una solución a la eslovena “tiene una relación directa con las protestas sociales contra el gobierno de la Generalitat” de días pasados. Yadvierte de que el próximo 21 de diciembre, el gobierno de España, que celebrará el consejo de ministros en Barcelona, “tendrá una prueba de fuego porque el ejecutivo catalán no está en condiciones de garantizar la seguridad y el orden público”.
El exdelegado del Gobierno declara que “es una vergüenza” que se ponga en tela de juicio la actuación de los Mossos d’Esquadra, “un cuerpo muy profesional que no tiene la dirección que se merece”. Añade que el consejero de Seguridad “ha perdido credibilidad y está desautorizado. El ejecutivo de Torra ha pretendido convertirlo en policía política”.
