Las fiestas de Bilbao (‘Aste Nagusia’) no han sido impedimento para que los pensionistas de la Villa – y del País Vasco en general – llevaran a cabo sus demandas tal y como llevan haciendo desde el segundo lunes del año.
En esta ocasión, y coincidiendo con la ‘semana grande’ de la capital vizcaína, los pensionistas han pasado de la concentración a la manifestación, uniendo la plaza del Ayuntamiento con la céntrica Plaza Moyua.
En ese trayecto de unos dos kilómetros, miles de pensionistas, y también jóvenes. Por primera vez en el año, mayores y no tan mayores han unido sus fuerzas para reclamar lo que todos ellos consideran justo.
1.080 euros de pensión mínima, el restablecimiento de la jubilación ordinaria a los 65 años y que el IPC sea una constante en la actualización de las pensiones.