Microsoft sorprendió este martes con el anuncio de que reducirá su plantilla global en un 3%, lo que se traduce en la salida de unas 6.000 personas en todos los niveles y equipos de la empresa, según informaron medios estadounidenses. Se trata del mayor ajuste de personal desde los 10.000 despidos realizados en 2023.
El portavoz de Microsoft, Pete Wootton, declaró que la empresa continúa haciendo “cambios organizativos necesarios para posicionarse mejor en un mercado dinámico”, y confirmó que uno de los principales objetivos es reducir los niveles de gestión, en busca de una estructura más ágil.
A pesar del impacto de la medida, Microsoft mantiene una plantilla global que a finales de junio de 2024 alcanzaba los 228.000 empleados
Recortes no ligados al rendimiento
Estos despidos no están relacionados con evaluaciones de desempeño, como sí ocurrió en enero pasado, cuando la compañía aplicó una reducción menor —inferior al 1%— basada en el rendimiento individual.
En esta ocasión, los recortes obedecen a un rediseño interno, enfocado en eliminar capas jerárquicas para mejorar la operatividad. La medida responde, según el comunicado oficial, a la necesidad de adaptarse a las nuevas condiciones del mercado y garantizar el liderazgo a largo plazo.
Estos despidos vuelven a evidenciar la paradoja creciente en el sector tecnológico: los beneficios y el crecimiento no siempre garantizan estabilidad laboral
Resultados financieros no frenan los despidos
Lo más llamativo del anuncio es que se produce justo después de que Microsoft reportara unos resultados financieros mejores de lo esperado para el primer trimestre del año. La empresa también ofreció un pronóstico optimista, que alivió las dudas de los inversores en un contexto global marcado por tensiones comerciales impulsadas por nuevas tarifas impuestas por el presidente de EEUU, Donald Trump.
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