Metro desoye a los maquinistas y mide la calidad del aire en las cabinas con las ventanillas cerradas

Metro de Madrid

Metro desoye a los maquinistas y mide la calidad del aire en las cabinas con las ventanillas cerradas

El estudio de calidad de aire e higiene mide la exposición al amianto, al ruido y las partículas en suspensión.

Depósito 4 de Metro.

Los maquinistas del Metro de Madrid realizaron varias huelgas durante el 2017 con el objetivo de que la empresa accediera a realizar un estudio de seguridad e higiene dentro de las infraestructuras. Tras muchos meses de negociación, la dirección del suburbano dio ‘luz verde’ a unos controles sanitarios que comenzaron este lunes y que, sin embargo, podrían estar incumpliendo la Ley de Prevención Laboral.

El principal motivo de discordancia, el cierre de las ventanillas de las cabinas de los conductores. Según recuerdan fuentes del Sindicato de Maquinistas del Metro de Madrid (SCMM) a EL BOLETÍN, la ley de seguridad laboral exige realizar los controles sanitarios en las condiciones más desfavorables.

Eso implica la apertura de las ventanillas, ya que el estudio de seguridad e higiene debe analizar la exposición de los conductores al amianto y a las partículas suspendidas en el aire. Sin embargo, el departamento de salud de la empresa pública se niega a realizar los controles de esa manera.

“Como era de esperar, y haciendo caso omiso a las peticiones de los trabajadores, los técnicos de Metro de Madrid han llevado a cabo las mediciones de amianto, vibraciones, temperatura, metales, partículas en el aire, ruido y ondas electromagnéticas con las ventanillas de la cabina del maquinista cerradas”, lamentan los conductores.

En ese sentido, ningún maquinista se ha prestado como voluntario para ponerse el aspirómetro. De hecho, han sido dos jefes de línea quienes se han encargado de llevar cada uno un tren para que se realizasen las mediciones.

El Sindicato de Maquinistas de Metro de Madrid reclama que estos estudios se hagan de la forma correcta, con las ventanillas de la cabina del maquinista abiertas ya que, tan sólo de esta forma, se podrían obtener los datos reales, ya que estos resultados determinan las partículas contaminantes que existen en el suburbano madrileño y que respiran tanto usuarios como trabajadores.

Los conductores han decidido por tanto interponer una denuncia contra Metro de Madrid porque “la Ley de Seguridad Laboral exige que los controles de higiene y salud se realicen en las condiciones más desfavorables, que en este caso implica la bajada de ventanillas. Así lo considera también la misma inspectora de trabajo que sancionó al Metro de Madrid por su gestión de la crisis del amianto”, asegura un miembro del sindicato a este diario.

La empresa asegura a los maquinistas que ya hizo un estudio de la calidad del aire en los andenes que tuvo un resultado satisfactorio. A pesar de ello, los conductores denuncian que no han podido ver ese supuesto estudio y piden que, si es así, les deje hacer los controles de salud con las ventanillas bajadas. “Si dicen que el aire no es malo, ¿por qué impiden estudiarlo con las ventanas bajadas?”

Los maquinistas conducen mayoritariamente el suburbano con la ventanilla de su derecha abierta tanto en invierno como en verano. El aire acondicionado y la calefacción funcionan a máxima intensidad en la cabina, justifican.

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