Tras semanas de amenazas arancelarias y advertencias cruzadas, Washington y Bruselas han cerrado un acuerdo que redefine el comercio bilateral entre las dos mayores economías del mundo. El pacto fija un nuevo marco arancelario con un único gravamen del 15% para la mayoría de exportaciones europeas y sella compromisos multimillonarios por parte de la UE en materia de energía, defensa e inversión. Alemania, pese a algunas reservas, respira aliviada.
Trump y Von der Leyen sellan un pacto estratégico en Escocia
El acuerdo fue anunciado el domingo por el presidente de EEUU, Donald Trump, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras una reunión celebrada en Escocia. Ambas partes confirmaron un nuevo marco comercial que impone un arancel del 15% a la mayoría de productos europeos, pero también incluye excepciones para bienes estratégicos como aeronaves, productos agrícolas, semiconductores y materias primas esenciales.
Este pacto sustituye el plan previo de aranceles del 30% anunciado por Trump el 12 de julio, que habría entrado en vigor el 1 de agosto. Con ello, se desactiva una escalada arancelaria que amenazaba con golpear duramente sectores clave de la industria europea.
La UE consigue evitar los aranceles del 30% anunciados por Trump y asegura un marco más estable de comercio bilateral
Alemania ve el pacto como un mal menor
El canciller alemán, Friedrich Merz, acogió con satisfacción el resultado de las negociaciones, subrayando que el acuerdo ha evitado “una escalada innecesaria” que podría haber dañado gravemente a la economía exportadora alemana, especialmente al sector del automóvil.
“La reducción de los aranceles a los automóviles del 27,5% al 15% es un alivio para nuestra industria automotriz”, declaró Merz, aunque admitió que esperaba más concesiones de Washington. Aun así, destacó que la estabilidad y la previsibilidad en las relaciones comerciales transatlánticas benefician a ambas partes.
Compromisos económicos millonarios por parte de la UE
El acuerdo no solo redefine la política arancelaria. Según lo pactado, la UE se compromete a comprar energía estadounidense por valor de 750.000 millones de dólares, además de adquirir equipamiento militar de empresas estadounidenses.
El pacto incluye la inversión de 600.000 millones de dólares por parte de la UE en la economía de EEUU
Además, los Estados miembros abrirán sus mercados nacionales al comercio libre de aranceles con EEUU, consolidando una nueva etapa de integración económica transatlántica que, según Von der Leyen, aspira a ampliar próximamente la lista de productos con arancel cero.
Un nuevo marco para el comercio transatlántico
La estructura del acuerdo establece un único arancel del 15% que se aplicará a sectores clave como la industria automotriz, farmacéutica y de semiconductores, mientras que otros productos estratégicos quedarán exentos. También se mantiene abierta la posibilidad de ampliar el número de excepciones, algo que Bruselas ya ha adelantado como objetivo a corto plazo.
Con este pacto, EEUU y la UE evitan una guerra comercial que hubiera afectado duramente al crecimiento económico en ambos lados del Atlántico, pero el desequilibrio en las concesiones genera debate en varias capitales europeas, especialmente en Berlín.