Sousa propone para presidir Pescanova a una exministra socialista y gallega para frenar las aspiraciones de los Carceller

La crisis de Pescanova

Sousa propone para presidir Pescanova a una exministra socialista y gallega para frenar las aspiraciones de los Carceller

El expresidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, se ha buscado un delfín para salir glorioso aunque a la sombra de la junta de accionistas de este jueves. Más bien una ‘delfina’: la exministra Elena Espinosa, gallega de nacimiento y antigua titular de la cartera de Agricultura y Pesca. Una apuesta para ganarse el apoyo de los inversores minoritarios frente a la propuesta de la familia Carceller.

La exministra Espinosa, que por ocho años fue presidenta de la Autoridad Portuaria de Vigo, se ha convertido en el golpe de efecto de Sousa para evitar el triunfo de los Carceller en el nuevo reparto de poder del grupo. Según apuntan fuentes próximas a Pescanova, la candidatura promovida por el expresidente ya consigue el apoyo del fondo Cartesian. Los Carceller, como representantes de la cervecera Damm, contarían por su parte con el apoyo de Luxempart, que desde el principio de la crisis tomo partido del lado de la saga de empresarios españoles.

Ahora, la lucha para hacer valer una y otra propuesta se va hacia los minoritarios de Pescanova, agrupados bajo el nombre de Pescanem. Su comandante principal es el abogado Javier Cremades, secretario general de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC), que ha sido el germen de esta agrupación. Por el momento, bajo estas siglas se aglutina ya más de un 5% del capital de la piscícola y de aquí a mañana se espera que la búsqueda de apoyos de última hora acción por acción sea aún más agresiva.

Frente a los rostros conocidos que presenta la candidatura de los Carceller, el nuevo consejo de administración diseñado por Sousa presenta caras hasta ahora desconocidas para la compañía entre las que algunos llegan incluso a colocar al presidente y artífice de la reconversión de Ezentis, Manuel García-Durán. Un guiño con el que, según estas fuentes, el varias veces imputado expresidente -aún dueño de un 7,5% de Pescanova- busca ganarse el apoyo de aquellos que buscan aires nuevos en la cúpula de una compañía sobre la que pesan deudas por más de 3.600 millones de euros y un agujero patrimonial de más de 1.600 millones.

El hecho de que la junta de accionistas de Pescanova se vaya a puerta cerrada a partir de las 12:30h horas de mañana jueves en la sede de la compañía en la localidad pontevedresa de Chapela, no ha hecho más que alimentar las especulaciones en torno a quién contará finalmente con más apoyos pese a que la compañía permanece intervenida por la administración concursal de Deloitte.

De momento, los Carceller parecen acudir con el voto de la instrumental Liquidambar. Una sociedad en la que participan varias antiguas cajas de ahorros y Banco Sabadell como herencia de la CAM, titulares aún de un 3,4% de la maltrecha pesquera. Sousa por su parte, ha ido más allá y ha enviado una carta de disculpa a cada accionista anunciando su retirada de la compañía. Aunque, según las últimas revelaciones, este paso atrás lo sea sólo en apariencia.

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