La deuda ‘ahoga’ a Fersa: vende activos en Polonia a costa de apuntarse pérdidas

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La deuda ‘ahoga’ a Fersa: vende activos en Polonia a costa de apuntarse pérdidas

En lo que a deuda se refiere, el viento sopla de cara para Fersa. La eólica catalana se acaba de ver forzada a la venta de uno de sus grandes proyectos internacionales en Polonia, aún a costa de apuntarse pérdidas, con el único objetivo de conseguir algo de liquidez con la que reducir su abultado apalancamiento.

La deuda viva de Fersa ronda los 240 millones de euros, mientras que su capitalización bursátil a duras penas aguanta los 49 millones de euros. La sequía de nuevos contratos, la ausencia de un caballero blanco que la resarza de la frustrada OPA que hace unos meses lanzó sobre ella la danesa Greentech y las restricciones que aún aplican las entidades financieras a la hora de conceder crédito, han forzado a la catalana a despedirse de una de sus joyas de la corona a precio de ganga para no asfixiarse. Por si fuera poco, las incertidumbres regulatorias que aún pululan sobre las renovables tampoco alegran el panorama corporativo de la cotizada.

Con este panorama, la maltrecha renovable ha informado este jueves de que venderá su proyecto eólico en la ciudad de Kisielice, al norte de Polonia, al fondo de inversión en infraestructuras Impax, participado por BNP Paribas entre otras entidades. Todo lo recaudado con la desesperada operación se destinará “principalmente a reducir deuda financiera”, aun a costa de que la venta suponga un agujero en las cuentas de Fersa para este año de al menos 17 millones de euros, según ha adelantado la propia compañía.

Según lo acordado por la catalana y el fondo con sede en Reino Unido -al que hoy mismo Gamesa ha traspasado también uno de sus proyectos en Alemania-, la venta se cerrará con 22 millones de euros a los que se podrían añadir otros seis millones en función del desarrollo del proyecto polaco de aquí al cierre del año 2014. De esta evolución dependerá que el quebranto de Fersa se quede en los referidos 17 millones de euros o alcance los 23 millones. En el consejo de la compañía parecen preferir que se incurra en pérdidas contables a sostener una abultada deuda que en los últimos tiempos se ha convertido en el talón de Aquiles de las cotizadas españolas.

A cambio de un poco de oxígeno en su balance, Fersa se desprende de sus filiales en Polonia a través de las gestionaba un parque eólico y tenía otro pendiente de construcción. Ahora, la gestión y promoción de las dos plantas correrá a cuenta de Impax.

Este jueves, el volumen de negocio en Fersa superaba su media anual. Los inversores respondían positivamente a la iniciativa de la compañía y le concedían alzas de hasta el 4% ante la promesa de reducción de deuda, la gran tarea pendiente de la cotizada que en su momento previno a Greentech de mejorar su OPA. En las posiciones compradoras, los gestores más activos eran hoy GVC Gaesco, Banco Mediolanum y CaixaBank, mientras que los de Banco Popular, Mercavalor y el Santander lideraban las ventas.

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