La ruptura unilateral de la saga política y empresarial angoleña del pacto suscrito la semana pasada ha llevado a CaixaBank a formular una OPA por el banco portugués. CaixaBank ha decidido finalmente pasar a la ofensiva por el control del portugués BPI. El luso permanece suspendido de cotización en la Bolsa de Lisboa, mientras que el catalán encaja la noticia del esperado desembolso con descensos del entorno del 2,5% en Madrid.
La oferta llega después de que Santoro Finance, el grupo comandado por la familia angoleña Dos Santos, haya roto unilateralmente el acuerdo alcanzado con el catalán la semana pasada, lo que ha precipitado que este último haya lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) por el 100% de las acciones del primero.
El banco presidido por Isidro Fainé ha puesto sobre la mesa 1,113 euros por cada uno de los títulos que aún no controla de la entidad lusa, donde ya alcanza un peso del 44,1% de su capital social. Este precio está por debajo del que marcan sus acciones en el mercado, donde ya se había descontado una posible operación en este sentido.
La oferta está condicionada a que sea aceptada por inversores suficientes como para rebasar la cota del 50% y a la eliminación del techo a los derechos de voto, aprobada ya por BPI pero pendiente de ratificación por parte del Gobierno portugués. En este sentido, el Banco Central Europeo (BCE) y las autoridades económicas comunitarias también podrían mediar en este sentido para favorecer una menor exposición del luso al mercado angoleño, motivo que hacía forzosa la reestructuración de participaciones de la entidad.
Desde Ahorro Corporación, sus analistas estiman que “la operación tiene sentido estratégico y financiero aunque es necesaria una reestructuración del negocio doméstico de BPI para conseguir convertirla en una franquicia rentable”. CaixaBank avanzará detalles de la operación a lo largo de la sesión, como ha explicado ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) mediante el pertinente hecho relevante.
