El Wall Street más aburrido de los últimos años lleva al Dow Jones a pulverizar todos su récords

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El Wall Street más aburrido de los últimos años lleva al Dow Jones a pulverizar todos su récords

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Los grandes índices de la Bolsa de Nueva York marcan un nuevo máximo histórico tras otro. Sin embargo, el volumen no acompaña y algunos comienzan a temerse un próximo retroceso. Wall Street sigue escalando posiciones y sus índices de referencia alcanzan cotas hasta ahora insólitas. Sin embargo, los analistas dudan de la solvencia de estos récords, pues la Bolsa de Nueva York anda tan poco animada como hace tiempo no ocurría. El volumen de negociación es escaso y muchos se temen una inminente corrección.

El promedio de cruces celebrados en el parqué neoyorquino no era tan bajo desde el año 2007. Según datos recopilados por Credit Suisse, durante el pasado mes de mayo cambiaron de manos una media de 5.700 millones de acciones al día, una cota tan baja que ni siquiera se había registrado en los momentos más duros de la actual crisis financiera. Una situación que llama la atención de los analistas más aún cuando en muchas plazas internacionales el volumen sigue en aumento, tal y como es el caso de la Bolsa española.

Entre las causas a las que los expertos atribuyen esta caída de negociación apuntan a la promesa de la Reserva Federal de mantener bajos los tipos de interés, al menos, hasta bien entrado el próximo año. Influye también, dicen, el que a causa de los últimos y verticales repuntes de cotizaciones muchas compañías se encuentran a precios relativos muy superiores a los que marcan sus medias así como sus comparables internacionales. El que las cotizaciones hayan engordado más rápido que las cuentas de beneficios de las empresas, lastradas aún por los coletazos de la crisis económica, ha hecho que la ratio de ganancias sobre precio en Bolsa se coloque también a un paso de sus máximos históricos.

De momento, el ánimo inversor sigue alcista, pero los inversores más agoreros apuntan hacia otros factores que hacen desconfiar de los 16.924 puntos del Dow Jones y de los 1.949 enteros a los que el viernes cerró el agregado S&P 500. El índice industrial de Wall Street tan sólo ha variado de precio en un 2% o más en una única sesión en todo lo que va de año. A estas alturas del curso en el año 2010, la gráfica del índice había variado más de dos puntos porcentuales en diez ocasiones y en 2009, estos movimientos se produjeron 33 veces.

Los inversores de largo plazo se muestran cómodos en sus posiciones, que sin sobresaltos siguen engordando sus carteras, y optan por una tasa de rotación de activos muy baja. A esto ayuda también el bajo rendimiento que vienen ofreciendo los bonos estadounidenses en los últimos tiempos debido a las recompras promovidas por la Fed bajo el programa Quantitative Easing y la inestabilidad de los mercados de materias primas.

Mientras tanto, otros indicadores de referencia para vaticinar el futuro de los mercados no responden a los síntomas de nerviosismo por los que apuestan los gestores más pesimistas. El Índice de Volatilidad CBOE ha marcado sus cotas más bajas de los últimos 15 meses. Por su parte, según datos recopilados por MKM Partners, el margen entre máximos y mínimos intradía del S&P 500 ha caído hasta una cota tan ínfima que tan sólo tiene parangón con un 1,5% de las jornadas bursátiles celebradas desde 1970.

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