La gráfica de Codere ha vuelto a rozar el euro por acción con dos días más para esquivar la quiebra. Cuenta atrás de 48 horas decisiva para la volátil firma de los juegos de azar. Dos días más bien valen acciones un 20% más caras. Eso es lo que han debido pensar este lunes los inversores que apostaban por una quebradiza Codere que conseguía dos días más para cerrar su ansiado acuerdo con acreedores. La enésima cuenta atrás ha comenzado en medio de una fuerte especulación en Bolsa.
El repunte se ha suavizado conforme ha avanzado la sesión y Codere ha conseguido cerrar con alzas de tan sólo el 8,7%. Un porcentaje más que vertical frente a un Ibex que no ha logrado más de tres cuartos de punto arriba al cierre y dada la más que compleja situación financiera a la que se enfrenta la cotizada de los juegos de azar. Una prórroga que, esta vez, podría ser la definitiva.
De no haber llegado este enésimo aplazamiento se hubiera entrado ya en causa concursal. Algo que ha permitido extender la especulación y volatilidad que en los últimos días gobierna la gráfica de la cotizada y que en los cruces más eufóricos se ha traducido en el pago de hasta 0,96 euros por acción. Una cota más que optimista para una compañía que el viernes cerró a 0,80 euros unitarios y sobre la que los bancos estrechan cada vez más el cerco, aunque se acercan posiciones con la familia accionista de control Martínez Sampedro.
En un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Codere explica que “ha suscrito tres acuerdos de no exigibilidad de obligaciones, respectivamente con la totalidad de los titulares del contrato de crédito senior y con una mayoría significativa al efecto de los titulares de los bonos emitidos en euros y dólares”. Dos días más de gracia que extienden por enésima vez un plazo que dura ya varios meses.
El peso de cada una de las partidas asciende a 127,1 millones de euros, 760 y 300 millones, respectivamente. Fuentes conocedoras de la situación califican este nuevo y corto plazo como una muestra de que “las negociaciones van por buen camino” y sólo quedarían por cerrar “algunos flecos sueltos” antes de poder publicar el que sería el nuevo calendario de vencimientos del grupo, más amable con su complicada situación financiera debido a la caída de negocio y los cambios normativos y devaluaciones de divisas a los que se enfrenta la española en Latinoamérica, su principal mercado internacional.
