Amper ha asumido su plan para esquivar el concurso de acreedores a la cola del parqué madrileño. Las órdenes de venta han hundido a la tecnológica hasta un 10% en los cruces más pesimistas. Batacazo bursátil para la volátil gráfica de Amper. La tecnológica ha llegado a registrar caídas del 10% en esta sesión de jueves en la que ha digerido los planes de Jaime Espinosa de los Monteros para esquivar la quiebra de la cotizada. El mercado no se muestra entusiasta con la hoja de ruta pactada con los estadounidenses de Slon Capital.
El consejo de administración de Amper que preside el que fuera mano derecha del empresario levantino Enrique Bañuelos anunció ayer la aceptación de la propuesta del fondo norteamericano, que pasa por la conversión de un 75% de las deudas de la compañía en acciones y un drástico recorte de su valor nominal. Dos movimientos que reducirían el protagonismo de los actuales accionistas en el capital de la cotizada y que ha impulsado las órdenes de venta.
De los 120 millones de euros pendientes de solución en Amper, la cúpula directiva que desde hace sólo unas semanas comanda Espinosa propone que 90 millones se truequen ahora en bonos convertibles, mientras que los 30 millones restantes configuren un nuevo préstamo garantizado, se ha explicado en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Una hoja de ruta que la tecnológica ya ha transmitido a sus bancos acreedores con el objetivo de conseguir el máximo número posible de apoyos.
Este plan ha sido trazado por el fondo Slon Capital, que supedita su entrada en la compañía a la refinanciación de deudas en las condiciones ya enunciadas. Por si fuera poco, todo su proyecto está aún pendiente de un proceso de due diligence anunciado hace días y que aún no ha concluido. Y para que la oferta no vinculante de los estadounidenses se convierta en firme la lista de requisitos va más allá de los acreedores.
La lista de deberes que los de Slon han puesto a los directivos de Amper obliga a la convocatoria de junta extraordinaria de accionistas. El valor nominal de cada una de las acciones de la compañía pasaría del euro actual a los cinco céntimos para restaurar el equilibrio patrimonial de la compañía. Tras este primer movimiento, la operación acordeón se completaría con una ampliación de capital de 20 millones de euros en la que los accionistas contarían con derecho de suscripción preferente. Los yanquis asumirían el umbral necesario para asegurar el éxito de la emisión siempre y cuando no superase el umbral del 30% de participación que le obligaría a lanzar una OPA.
Por ahora, lo único cierto y cerrado es la última prórroga que Amper consiguió de sus bancos prestamistas para esquivar la quiebra y que se extiende hasta el cada vez más próximo 18 de abril. Unas circunstancias que este jueves han dejado a Amper por debajo del euro por acción, pese a haber logrado salvarlo durante buena parte de la sesión.
El desplome se ha producido además con un fuerte volumen de negociación, con más de 3,67 millones de acciones cuando la media del valor apenas sobrepasa los 650.000 títulos. Banco Santander se ha colocado como el bróker más activo del lado de las ventas, mientras que las compras las ha liderado Deutsche Bank. Sin embargo, lo que ha dominado ha sido el equilibrio de posiciones a uno y otro lado de la ventanilla inversora con GVC Gaesco, Renta 4 y Mercavalor marcando los volúmenes brutos más abultados.







