Wall Street descarta la guerra de Crimea con la que coquetea Obama

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Wall Street descarta la guerra de Crimea con la que coquetea Obama

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Wall Street apuesta por la paz. La cotización de las grandes fabricantes de armamento permanece impasible ante la escalada bélica del discurso de Obama en torno a Crimea. El discurso del presidente de EEUU en torno a la crisis de Crimea adquiere un tono cada vez más bélico. Sin embargo, las veladas arengas de Barack Obama no consiguen el jaleo de Wall Street, donde las órdenes de compra sobre acciones de las grandes fabricantes de armamento son más y más escasas en la Bolsa de Nueva York.

En los primeros compases de la crisis entre Ucrania y Rusia, las grandes armamentísticas sí se convirtieron en blanco de muchas carteras de inversión. Sin embargo, la evolución más reciente del conflicto por la estratégica península ha golpeado la cotización del sector. Poco efecto, o ninguno, ha tenido en Wall Street el hecho de que Obama solicitase ayer a la Unión Europea que reforzara su músculo militar para disuadir a Rusia.

Las acciones de Lockheed Martin fueron unas de las que más se dispararon a comienzos de mes ante la escala de tensión en la región limítrofe. Las escaramuzas y cambios de chaqueta que en un primer momento tuvieron lugar en las tropas marinas de Ucrania y Rusia animaron una gráfica en la que ahora no queda rastro de aquello. A pesar del protagonismo que podrían adquirir los misiles Aegis que fabrica esta cotizada, en el último mes pierde un 1,4% en Bolsa.

Los 159 dólares por acción que ahora lucha por aguantar su gráfica tienen muy poco que ver con los 166 ‘billetes verdes’ que cada uno de sus títulos llegó a marcar cuando los enfrentamientos entre facciones por las calles de Simferopol alcanzaron su zenit. Un caso muy parecido es el que dibuja la cotización de Northrop Grumman. El principal contratista del Centro de Integración y Operaciones de Defensa en Misiles vio cómo sus acciones pasaban de los 118 dólares a los 125 en sólo dos días para haber vuelto ahora al entorno de los 120 dólares por título.

La que mejor se ha colocado al son de los tambores de guerra de Crimea ha sido Huntington Ingalls Industries. Incluso así, la remontada en el último mes tan sólo alcanza el 3,3%. Aunque los expertos mantienen positivas recomendaciones para la compañía, que ya el año pasado se consolidó como una de las favoritas del sector para las casas de análisis, los inversores no creen que los destructores que fabrica una su filial Ingalls Shipbuilding sean llamados a filas en esta ocasión.

Otra de las ‘señoras de la guerra’ en la Bolsa de Nueva York confirma la apuesta por la vía diplomática de los inversores. Raytheon, responsable de los conocidos misiles Tomahawk. La más que probable participación de estas armas en un hipotético ataque a bases militares de Crimea ha pasado sin ruido por su cotización. Su gráfica se mantiene estable al filo de los 98 dólares con los que despidió el mes de febrero en el que comenzaban las revueltas.

Por descartada dan los inversores la participación de Boeing en cualquier hipotética intervención en el Este de Europa. La firma aeronáutica se deja más de un 2,5% desde que la crisis de Crimea comenzó a tomar un cariz más belicoso. Las estrecheces económicas que aún sufre EEUU y que también han pasado factura a su elevado presupuesto en Defensa no hacen prever ningún desembolso en nuevas aeronaves de ataque, especialmente en helicópteros.

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