Los inversores pujan al alza por Sothebys en Wall Street. Las acciones de la casa de subastas se disparan al calor del anuncio de un generoso dividendo extraordinario. La puja se ha abierto, y las ofertas de compra son cada vez más abultadas. Los inversores de Wall Street se lanzan a tomar de posiciones en Sothebys después de haber anunciado un generoso plan de retribución al accionista. En los cruces más eufóricos, su gráfica ha recuperado los 50 dólares por título, con alzas del 7%.
El desembolso anunciado por Sothebys para contentar a sus accionistas, especialmente a varios ‘hedge funds’, asciende a 450 millones de dólares, unos 330 al cambio en el mercado de divisas. En concreto, la casa de apuestas ha acordado distribuir 300 millones a través de un dividendo extraordinario para el mes de marzo y destinar los 150 millones restantes a un amplio plan de recompra de acciones que promete caldear la cotización de la compañía.
De aquí al término de este ejercicio 2014, se estima que la casa de apuestas salga de compras por su propio accionariado por un máximo de 25 millones de dólares. Una iniciativa que, además de animar las inversiones de perfil más cortoplacista, ayudará a que los gestores con miras más a largo plazo puedan librarse del efecto dilutivo que hubiera tenido el tradicional desembarco de las nuevas acciones en las que los empleados del grupo acostumbran a cobrar una parte de sus salarios anualmente.
El encargado de anunciar esta apertura de caja fuerte por la que muchos inversores llevaban tiempo abogando ha sido el presidente y director general de Sothebys, Bill Ruprecht. A través de un explícito comunicado ha defendido que su equipo está determinado a “retornar una significativa suma de capital” a sus accionistas “ahora y en el futuro”. En esta misma línea, la importancia de equilibrar el retorno de valor a sus inversores con el “establecimiento de una red que la coloque en la mejor posición para competir y ganar en el mercado”, ha sido otro de los puntos destacados por el directivo.
A pesar de la euforia de los primeros compases de la sesión neoyorquina, el interés de los inversores se ha ido apagando conforme avanzaba la negociación. Del explosivo rebote que registraban sus futuros sobre acciones antes de que arrancase la sesión de contado, a caídas cercanas al 0,4% al ecuador de la jornada.







