La vuelta a activos de riesgo que ha marcado este inicio de 2014 ya se dio a comienzos del año pasado. Los que entonces apostaron por bonos del Tesoro acumulan ahora más ganancias que los accionistas de Inditex. El apetito por el riesgo vuelve a estar de moda en los parqués internacionales. El año ha empezado con viento favorable para las economías periféricas y son cada vez más los inversores que apuestan por deuda pública. Al comienzo de 2013 el escenario era muy parecido y los que compraron papeles del Tesoro español pueden presumir de haber ganado un 2% más que los accionistas de Inditex.
Hace justo un año, con una prima de riesgo mucho más abultada que la que ahora pesa sobre los papeles del Tesoro Público, el precio de invertir en bonos a diez años alcanzaba el 94,78% de su valor facial. Es decir, invertir por 1.000 euros de deuda a una década a comienzos de 2013 le hubiera costado sólo 947,85 euros. Doce meses después, si decidiera desprenderse de sus títulos a precios de mercados, lo haría por 1.088,81 euros. En otras palabras, un rendimiento del 15% sin contar los posibles pagos de intereses de cupón, tal y como muestran los datos recogidos por el Banco de España.
Ese mismo inversor, u otro que hubiera seguido con entusiasmo las repetidas mejoras de consejo y precio objetivo que regalaron varios brókeres a Inditex al comienzo del año pasado debería conformarse con una rentabilidad ligeramente inferior al 13% se decidiera vender hoy mismo. De los 106 euros con los que coqueteaba el pasado enero a los 120 euros por acción que la criatura de Amancio Ortega lucha ahora por aguantar en su gráfica de cotización.
La ganancia de la inversión en bonos suele ser pareja a la caída de la prima de riesgo. A menor tipo de rentabilidad de intereses por percibirse un menor riesgo de impago, el precio de cotización sobre el valor facial de los papeles de deuda se incrementa. Lo mismo al revés. En los momentos en que la sombra del rescate planeaba más fuerte sobre España, como ocurrió hasta la recta final de 2012, el precio a desembolsar por hacerse con títulos del Tesoro era más barato al descontarse unos tipos de interés superiores a los de tiempos de calma financiera.
En los primeros compases de negociación de este 2014, con unos tipos de interés que han marcado mínimos de los últimos seis años debido a una menor percepción de riesgo, el precio de mercado sigue engordando casi a la par que adelgaza la prima de riesgo. Y es que, en este diferencial con la deuda alemana también cuenta cómo evolucionen los precios y tipos de esta última.
Por el momento, los bonos a diez años han caído a un mínimo de rentabilidad del 3,65% que poco tiene que ver con el 5,44% que marcaban hace un año según los registros del Banco de España. El que se repita la historia dependerá de la fuerza con la que empiece a hacerse hueco la tantas veces anunciada recuperación económica que de momento no llega con la misma fuerza a todas las economías occidentales. Ni siquiera dentro de una Eurozona que, hoy por hoy, pocos se atreven a poner en cuestión con la ligereza con que ocurría hace año y medio.






