Los ‘padres’ de Pocoyó se resisten a la quiebra. El consejo de Zinkia ha vuelto a pedir permiso a sus accionistas para tentar al mercado con una nueva emisión de bonos. El lazo de los acreedores sobre Zinkia es cada vez más estrecho. Sin embargo, los ‘padres’ del popular Pocoyó no están dispuestos a sucumbir a la quiebra y quieren volver a probar suerte con la colocación de bonos corporativos. Pese al fiasco de la anterior emisión, ya han convocado a sus accionistas para volver a tentar al mercado.
A sólo tres días de que finalicen los cuatro meses de gracia del preconcurso de acreedores, Zinkia ha convocado a sus accionistas para una junta cuyo único fin es permitir a su consejo de administración el diseño de una o varias nuevas emisiones de deuda con el objetivo de recabar los fondos que la productora necesita para mantener vivo a Pocoyó, es decir, para no caer en el concurso. Según el aviso, remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la cita tendrá lugar el 11 de febrero en Madrid.
El marqués de Floridablanca y presidente de Zinkia, junto al resto de sus colegas de dirección, pedirá también a los accionistas que dejen en sus manos determinar “las bases y modalidades de la conversión” de los hipotéticos títulos de deuda a emitir. En otras palabras, que el consejo de administración fije cuando considere oportuno cuándo y en qué cuantía los papeles se canjearán por acciones de la maltrecha compañía.
Hace justo un mes, una asamblea de obligacionistas de la compañía aprobó por holgada mayoría alargar el vencimiento de sus títulos de deuda. Una estrategia para salvar a la compañía de su quiebra financiera a cambio de recibir unos mayores intereses después de que la segunda emisión de obligaciones no saliese adelante debido a las serias advertencias que la propia CNMV lanzó el pasado octubre.
Incluso a la espera de que esta posible emisión alivie las complicadas finanzas de Zinkia, que ya ha arrastrado al concurso de acreedores a su propio presidente, la compañía se ha apuntado caídas del 1,3% en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) este miércoles. Sin embargo, la estrecha vigilancia del supervisor y el reciente anuncio de suspensión de pagos de intereses y amortizaciones de deuda no prometen, según los analistas, una fácil acogida de la posible emisión por parte del mercado.







