Pocoyó se asoma a la quiebra: Zinkia entra en preconcurso de acreedores

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Pocoyó se asoma a la quiebra: Zinkia entra en preconcurso de acreedores

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Zinkia, la productora responsable de Pocoyó, acaba de solicitar el preconcurso de acreedores ante la falta de interés que ha generado su polémica emisión de obligaciones. El pequeño Pocoyó no ha podido con el peso de sus deudas. Zinkia, la productora responsable del popular personaje de animación, acaba de solicitar el preconcurso de acreedores ante la falta de interés que ha generado la polémica emisión de obligaciones de deuda con la que pretendía aligerar su asfixiante balance financiero.Las duras advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) contra esta emisión parecen haber calado hondo entre los inversores al punto que Zinkia ha renunciado a seguir adelante con la operación y, en consecuencia, solicitar la protección del juez frente a sus acreedores. La creadora de Pocoyó, que ha dado cuenta de su difícil situación a través de dos hechos relevantes, es la tercera compañía del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) que desde su apertura a pymes incurre en insolvencia.El presidente de la cotizada y marqués de Floridablanca , José María Castillejo, ya reconocía la semana pasada que en los cuarteles generales de la compañía se estudian fórmulas alternativas a las polémicas obligaciones para conseguir financiación dadas las reticencias de muchos inversores potenciales. El directivo reconoció que las advertencias del supervisor del mercado habían puesto “una dificultad sobrevenida” para unas finanzas que, sin embargo, defendió muy lejos de la quiebra.En uno de los documentos remitidos a la CNMV se explica que “a la vista del resultado de la emisión de obligaciones, así como del análisis de la situación financiera y la previsión de tesorería a corto plazo y ante las dificultades para afrontar los próximos vencimientos”, el preconcurso era la opción más viable para salvar del abismo a la compañía. Ahora, Castillejo y su equipo disponen de cuatro meses para conseguir de sus acreedores un plan de pagos más amable que alivie sus finanzas.La advertencia de la CNMV apuntaba directamente a las dificultades de la compañía para hacer frente a la rentabilidad prometida del 11% en virtud de su despoblada caja fuerte. El principal objetivo de esta polémica emisión frustrada era, además de hacer frente a otros pagos, poder cumplir con los titulares de una emisión anterior del mismo tipo con una rentabilidad anual del 9,75%. Ni tan siquiera la agresiva campaña de publicidad llevada a cabo por el amable Pocoyó ha sido capaz de convencer a los inversores más arriesgados.Castillejo apuntaba la semana pasada a la posibilidad de renunciar a la colocación de obligaciones entre minoristas y llamar a la ventanilla de los inversores cualificados e institucionales. Una iniciativa que, según el máximo responsable de la compañía, hubiera supuesto la desaparición de una “reconocida marca española en continua expansión”, comentó en una entrevista a TVE. Este mismo jueves, en una entrevista en ABC reconocía que la sombra del concurso “es un riesgo que afecta a una abrumadora parte de las pymes” aunque confiaba en que “las cosas van a salir bien, seguro”.Al final, el peor de los destinos se ha impuesto en la compañía, cuya negociación continuará con normalidad en el MAB. En el primer cruce de los dos que tiene Zinkia por sesión en este parqué sus acciones se dejaban un 1,27%, hasta los 0,78 euros por acción.

Zinkia, la productora responsable de Pocoyó, acaba de solicitar el preconcurso de acreedores ante la falta de interés que ha generado su polémica emisión de obligaciones. El pequeño Pocoyó no ha podido con el peso de sus deudas. Zinkia, la productora responsable del popular personaje de animación, acaba de solicitar el preconcurso de acreedores ante la falta de interés que ha generado la polémica emisión de obligaciones de deuda con la que pretendía aligerar su asfixiante balance financiero.

Las duras advertencias de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) contra esta emisión parecen haber calado hondo entre los inversores al punto que Zinkia ha renunciado a seguir adelante con la operación y, en consecuencia, solicitar la protección del juez frente a sus acreedores. La creadora de Pocoyó, que ha dado cuenta de su difícil situación a través de dos hechos relevantes, es la tercera compañía del Mercado Alternativo Bursátil (MAB) que desde su apertura a pymes incurre en insolvencia.

El presidente de la cotizada y marqués de Floridablanca , José María Castillejo, ya reconocía la semana pasada que en los cuarteles generales de la compañía se estudian fórmulas alternativas a las polémicas obligaciones para conseguir financiación dadas las reticencias de muchos inversores potenciales. El directivo reconoció que las advertencias del supervisor del mercado habían puesto “una dificultad sobrevenida” para unas finanzas que, sin embargo, defendió muy lejos de la quiebra.

En uno de los documentos remitidos a la CNMV se explica que “a la vista del resultado de la emisión de obligaciones, así como del análisis de la situación financiera y la previsión de tesorería a corto plazo y ante las dificultades para afrontar los próximos vencimientos”, el preconcurso era la opción más viable para salvar del abismo a la compañía. Ahora, Castillejo y su equipo disponen de cuatro meses para conseguir de sus acreedores un plan de pagos más amable que alivie sus finanzas.

La advertencia de la CNMV apuntaba directamente a las dificultades de la compañía para hacer frente a la rentabilidad prometida del 11% en virtud de su despoblada caja fuerte. El principal objetivo de esta polémica emisión frustrada era, además de hacer frente a otros pagos, poder cumplir con los titulares de una emisión anterior del mismo tipo con una rentabilidad anual del 9,75%. Ni tan siquiera la agresiva campaña de publicidad llevada a cabo por el amable Pocoyó ha sido capaz de convencer a los inversores más arriesgados.

Castillejo apuntaba la semana pasada a la posibilidad de renunciar a la colocación de obligaciones entre minoristas y llamar a la ventanilla de los inversores cualificados e institucionales. Una iniciativa que, según el máximo responsable de la compañía, hubiera supuesto la desaparición de una “reconocida marca española en continua expansión”, comentó en una entrevista a TVE. Este mismo jueves, en una entrevista en ABC reconocía que la sombra del concurso “es un riesgo que afecta a una abrumadora parte de las pymes” aunque confiaba en que “las cosas van a salir bien, seguro”.

Al final, el peor de los destinos se ha impuesto en la compañía, cuya negociación continuará con normalidad en el MAB. En el primer cruce de los dos que tiene Zinkia por sesión en este parqué sus acciones se dejaban un 1,27%, hasta los 0,78 euros por acción.

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