Los patriotas escasean en Wall Street. Cada vez más inversores del parqué neoyorquino buscan refugio en productos de inversión cotizados allí pero invertidos en compañías extranjeras. En Wall Street cada vez hay menos patriotas. Eso es al menos lo que afirman varios gestores de carteras de la Bolsa de Nueva York que ven cómo buena parte de sus clientes buscan refugio en productos de inversión cotizados allí pero invertidos en compañías extranjeras. Tres fondos se llevan la palma ante lo que un techo de deuda cada vez más pesado pueda avecinarse.
El miedo a que el rojo se apodere de Wall Street en las próximas semanas si no se alcanza un acuerdo entre demócratas y republicanos antes de la fecha clave del próximo 17 de octubre cunde en el parqué neoyorquino. Un número creciente de inversores se mantiene fiel a la meca mundial de las finanzas, pero han decidido buscar más allá de las fronteras estadounidenses para asegurar sus carteras frente a la crisis fiscal que puede avecinarse en Washington mientras mantienen la comodidad de invertir en casa y en sus bien conocidos dólares.
Aunque en el exterior también hay grandes riesgos, como el frenazo económico de China y la falta de indicadores de recuperación en Europa, no parecen tan inminentes como el precipicio fiscal por el que en tan sólo tres días podría caer la mayor economía del mundo. Un panorama en el que las grandes compañías industriales y de perfil más cíclico están siendo las más penalizadas por la huida de inversores mientras que tres fondos cotizados, los cada vez más populares ETF -por sus siglas en inglés- reciben buena parte de los ‘billetes verdes’ que salen de las inversiones más patriotas.
El popular analista Jeff Reeves es el responsable de esta elección que se fundamenta en la cada vez más extendida convicción de que, incluso al margen del techo de deuda, el mercado de valores de EEUU cuenta con un potencial muy inferior al de otras economías desarrolladas. En este sentido, uno de sus favoritos es el iShares China Large-Cap ETF. Las Bolsas del Gigante Asiático siguen siendo una de las más baratas por valoración del mundo, con un ratio de precio sobre beneficio (PER) de un sólo dígito frente a una media de 14 veces en el agregado yanqui S&P 500. PetroChina, CNOOC, Tencent Holdings y Banco Agrícola de China son algunos de los valores que más ponderan en este fondo que causa furor en Wall Street.
No tan baratas pero con mayor potencial, según los grandes brókeres internacionales -incluidos los estadounidenses-, cotizan hoy por hoy las Bolsas europeas. El fondo favorito de los inversores yanquis para apostar desde casa por el Viejo Continente es Vanguard FTSE Europe ETF, un producto especialmente diseñado para apostar en el parqué por la recuperación económica de esta orilla del Atlántico. Nestlé, HSBC y Royal Dutch Shell son sus tres cotizadas estrella.
El último del trío ganador para esquivar la cerrazón de la Casa Blanca de una parte y, de otra, la Cámara de Representantes lo forma el SPDR S&P International Dividend ETF. Su fuerte son compañías con una alta y sostenida rentabilidad por dividendo, con una media del 6,8% en lo que va de año. La mitad de sus activos subyacentes tienen su raíz en Europa continental y Reino Unido, casi un cuarto procede de Australia y un 9% de Canadá. Asia, América del Sur y Sudáfrica completan la cartera de inversión de este ETF que, de nuevo, cotiza en Wall Street pero no toca las finanzas locales en ninguna de sus apuestas.
