El consejo de administración de Unicaja se queda en casi la mitad a la espera de que llegue su dilatada fusión con Caja España-Duero. La entidad andaluza ha dejado en ocho los asientos de su máximo órgano directivo tras la renuncia de seis de los consejeros que hasta ahora compatibilizaban su cargo en el banco con otros de similares características en la antigua caja de ahorros.
En el comunicado en el que se explica la salida de los seis consejeros se apunta que la reducción responde a la “adecuación a las mejores prácticas de gobierno corporativo”. En este sentido, la nueva ley de cajas de ahorros contempla que los consejeros de estas entidades, reconvertidas en fundaciones en la mayoría de los casos, no ocupen asiento alguno en el consejo de los bancos que han heredado sus negocios financieros.
Los consejeros salientes, según se detalla en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), son los hasta ahora vocales Javier Arcas Cubero, Juan Ramón Casero, José Luis Cid, Ildefonso Dell’Olmo, Pedro Fernández Céspedes y Francisco Herrera. Con su renuncia se adelantan a la nueva normativa que se espera aprobar antes de que termine noviembre, para cumplir con una de las exigencias recogidas en el Memorándum de Entendimiento (MoU) del rescate financiero proporcionado por Bruselas.
No obstante, el presidente Braulio Medel y los tres vicepresidentes de la entidad -Manuel Atencia, Juan Fraile y José María de la Torre-, así como el secretario Agustín Molina siguen manteniendo cargos en los dos consejos de Unicaja. En su reunión de este viernes no se han alcanzado, sin embargo, acuerdos para la absorción definitiva de la entidad castellana. A pesar de que la andaluza ya cuenta con un informe de la consultora Ernst & Young sobre las ratios a las que debería establecerse el canje de acciones y títulos de deuda, no hay avances en el proceso, como se da a entender por la ausencia de referencias al asunto en la reseña del consejo de administración que se ha remitido a la CNMV.







