Wall Street se aleja cada vez más de sus consecutivos máximos históricos alcanzados a lo largo de la semana. Este viernes, las ventas se imponen con creciente ímpetu después de que las grandes tecnológicas de EEUU hayan presentado unos resultados inferiores a los previstos por el consenso de analistas.
En una sesión huérfana de referencias macro, toda la atención de los inversores se ha volcado en el terreno corporativo a causa del nuevo aluvión de resultados trimestrales que este viernes se produce en EEUU. También el mercado sigue analizando los discursos del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, en la que ha sido su última comparecencia ante las cámaras de gobierno del país.
La promesa de mantener estímulos mientras sean necesarios que en los últimos días había sustentado el rebote del parqué hacia consecutivos máximos históricos en el Dow Jones y el S&P 500, se vuelve insuficiente en esta última sesión semanal. La lidia con unas cuentas empresariales que vuelven a poner nombre a la debilidad económica que sigue sufriendo EEUU se vuelve cada vez más complicada según avanza la sesión.
Dentro del protagonista terreno corporativo, las tecnológicas se llevan la palma. La debilidad generalizada de sus cuentas propina duros varapalos a sus gráficas de cotización a media sesión negociadora. Una de las que más sufre es la fabricante de componentes AMD, cuyas acciones ceden ya un 15% después de haber incurrido en pérdidas en su segundo trimestre fiscal, marcado por la caída de compras de ordenadores.
Más daño que las caídas de la anterior hacen al conjunto de Wall Street los descensos del entorno del 11,4% que se apunta Microsoft después de haber sido incapaz de cumplir con las previsiones de los analistas. El duro castigo que la criatura de Bill Gates se comenzaba a apuntar ya ayer en el mercado after-hours se recrudecía en una tecnológica que ganaba sólo 52 centavos por acción frente a los 75 que aguardaban los analistas.
Google completa el trío de gigantes tecnológicas descalabradas en Nueva York. Las acciones del gigante tecnológico de Mountain View suavizan sus descensos de primera hora a la mitad (-16%) pese a haber anunciado un beneficio de 9,54 dólares por acción a cierre de junio frente a los 10,80 billetes verdes que había previsto el mercado. La caída del negocio publicitario por el creciente protagonismo de los dispositivos telefónicos en el acceso a Internet golpea sus cuentas.
Mejor suerte es la que corre Time Warner Cable, un 2,6% al alza. En los primeros cruces de este viernes, la compañía llegaba a medrar un 7% después de que las negociaciones con CBS para la inclusión de sus canales en las emisiones de Time Warner se hayan recrudecido y ésta última se haya reafirmado en su opción por no aceptar el incremento de precios que la otra le exige para mantener el servicio.
Más sube aún General Electric. Los inversores saludan con alzas del entorno del 4,5% el que la gigante empresarial haya sido capaz de superar -aunque por la mínima- las previsiones de los expertos con un beneficio trimestral de 3.130 millones de dólares. Una caída de costes superior a la prevista respalda también su cotización.







