Mapfre, la gran candidata al próximo movimiento desinversor de Bankia

La crisis de Bankia

Mapfre, la gran candidata al próximo movimiento desinversor de Bankia

Una vez que Bankia ha abierto la ‘caja de Pandora’ de sus forzosas desinversiones, los analistas hacen cábalas de cuál podría ser su siguiente objetivo. Mapfre se convierte para muchos de ellos en la gran candidata para ser la siguiente, tras la aerolínea IAG, en probar el golpe vendedor de la entidad nacionalizada. En lo que va de año, es la participada que más remonta en Bolsa.

De enero a estas alturas del año, y ya pasa la mitad del ejercicio, las acciones de Mapfre acumulan una revalorización del 8% y son las que mejor se han comportado de las seis cotizadas en las que Bankia aún mantiene una participación relevante: NH Hoteles, Iberdrola, Deoleo, Indra y Realia además de la aseguradora. Un repunte que las convierte, según varios gestores de carteras, a ser protagonistas del próximo paso por caja de la presidida por José Ignacio Goirigolzarri para evitar hipotéticos recortes de cotización si la situación económica internacional y, más especialmente, en Europa vuelve a recrudecerse.

La participación de casi el 15% del capital de Mapfre que la heredera de Caja Madrid mantiene en una cartera industrial condenada a su desaparición tiene un precio de mercado actual que ronda los 1.160 millones de euros. Un buen pellizco de liquidez para la nacionalizada que recientemente ha descartado necesitar ninguna ayuda pública adicional al multimillonario rescate que ya ha recibido y por el que se mantiene en pie. Sin embargo, la zona en la que hoy por hoy se mueve su gráfica no es el único factor en que se fijan los expertos para apuntar a la aseguradora como candidata a las ventas.

Varios analistas recuerdan que la veda la abrió precisamente la misma Mapfre al haberse deshecho hace unas semanas del paquete accionarial que mantenía en Bankia. Justo antes de que entrase en vigor la abultada ampliación de capital por la que el Estado -a través del FROB y con el dinero del rescate de Bruselas- y los antiguos preferentistas de la entidad se convirtieron en accionistas. La aseguradora dio así carpetazo a una dilatada relación comercial e inversora que le había llevado a poner 160 millones de euros en la salida a Bolsa de la heredera de Caja Madrid, desaparecida entidad verdaderamente protagonista de esta relación.

Por si fuera poco, Esteban Tejera, vicepresidente de Mapfre, ya ha ido allanando el camino de la anunciada venta -Bruselas exige que en tres años se haya deshecho de todas sus participaciones industriales- al haber anunciado la semana pasada que “el mercado tiene capacidad para absorber sin traumas” esta colocación. Movimiento que, probablemente, se cierre entre institucionales a través de una venta acelerada, el sistema más habitualmente empleado por las antiguas cajas de ahorros cada vez que quieren convertir en dinero contante y sonante sus viejas inversiones.

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