Los problemas de Bankia han pesado más que el futuro de Iberia. Hoy, el banco ha anunciado por sorpresa que pondrá a la venta su 12,9% de IAG (el holding que comparten la aerolínea española y British Airways), en una colocación acelerada.
Ayer el banco nacionalizado celebró una tumultuosa junta de accionistas, en la que las protestas de preferentistas y accionistas minoritarios alcanzaron cotas de gran dramatismo. Tanto que hasta han ocupado hoy un espacio privilegiado en la prensa internacional.
También ayer se celebraba una Asamblea del Sepla, un cónclave en el que puso de manifiesto la nueva ruptura entre el sindicato y la dirección de IAG. Los pilotos no ven planes de futuro y dudan incluso de que exista, a pesar del ajuste de 3.400 empleos que va a llevarse a cabo. De modo que no descartan ninguna medida de presión. Ni siquiera la huelga
En ese contexto, ha llegado el anuncio de Bankia de que pone a la venta la ‘joya de la corona’ de su cartera industrial. Y, por como lo hace, resulta más que dudoso que las intenciones expresadas en mayo por el entorno de Fomento de intentar ‘conservar’ el peso español en la propiedad del holding pueda mantenerse.
La entidad nacionalizada espera encontrar dueño para su 12,09% de IAG antes de un día. La operación tiene lugar ahora, porque es un momento de máximos bursátiles para la cotización de su todavía participada.
La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri podría cosechar hasta 695,6 millones de euros con la que sería su primera gran desinversión dentro de su cartera industrial en compañías cotizadas.
Fuentes próximas a Bankia han confirmado a EL BOLETÍN que, más allá del posible apetito del mercado por hacerse con el paquete en la heredera de Iberia, se ha buscado aprovechar su actual cotización, en máximos desde su debut en Madrid.
Para cerrar la colocación con éxito ha contratado los servicios de Bank of America Merrill Lynch. El bróker estadounidense tiene ahora la tarea de buscar nuevo dueño a 224,25 millones de acciones de IAG. Hace sólo unos meses se especulaba con la posibilidad de que Catar estaría tanteando la posibilidad de entrar en la aerolínea, rumor que luego fue desmentido por la hispanobritánica.
Lo cierto es que en la hoja de ruta marcada por Bruselas a cambio de su multimillonario rescate se conminaba a colocar participaciones al mejor postor, sin atender a criterios como su nacionalidad.
Una cuestión que en el caso de IAG, heredera de la antigua aerolínea de bandera española Iberia, se había vuelto de especial relevancia. Algunos defensores del reparto accionarial entre una mayoría española y británica a partes casi iguales aludía incluso a cuestiones como la defensa nacional.
Desde Bankia se ha declinado comentar si la venta de participaciones podría acelerarse a partir de ahora. En su cartera siguen figurando participaciones relevantes en Mapfre, NH Hoteles, Iberdrola, Deoleo, Indra y la inmobiliaria Realia.
Hace unos meses, la entidad nacionalizada daba mandato a Rothschild para encontrar dueño a sus posiciones en esta alargada lista de cotizadas.
Sin embargo, el primer paso en esta tarea impuesta por la Comisión Europea correrá a cargo de una entidad estadounidense a la que ya han recurrido varias de las entidades españolas fruto de la fusión de cajas.
