España vuelve a dar miedo a los inversores. La retirada de estímulos económicos en EEUU, las oscuras previsiones sobre China y la tensión política que ha desatado una nueva crisis de gobierno en Grecia ha disparado el precio de los seguros contra impago de los papeles de deuda emitidos por el Tesoro Público. El miedo a la quiebra vuelve a cotizar al alza, incluso por encima de Italia.
Después de cuatro meses en que los inversores no habían puesto en duda que en España se estaban haciendo mejor los deberes que en Italia, el mercado vuelve a darse la vuelta. Los seguros contra impago -CDS por sus siglas en inglés- de España han llegado a cotizarse esta semana a 292 puntos básicos, su cota más alta desde el mes de abril. Pero no sólo eso, sino que se ha superado con creces la gráfica marcada por el país transalpino, en 287 puntos en el peor de los casos.
La situación, dicen los expertos, es consecuencia directa de que la rentabilidad de los bonos españoles a diez años haya vuelto a superar la fatídica barrera del 5%. Unos tipos en los que muchos gestores de carteras en renta fija ponen el umbral entre bonos de probada solvencia y los ‘bonos basura’, conocidos también por el más amable término de papeles de alta rentabilidad. Un umbral del que en los últimos meses había logrado alejarse gracias a las inyecciones de capital en los sistemas monetarios de EEUU y Japón y al programa de recompra de bonos soberanos lanzado hace unos meses por el Banco Central Europeo.
El fuerte descalabro de precios que ha traído la proximidad al cierre de este primer semestre del año ha coincidido también con un abultado castigo a la renta variable. El Ibex ha llegado a cotizar por debajo de los 7.600 puntos y ya acumula un retroceso del 7% con respecto al último precio marcado por el selectivo a cierre de 2012. Ni siquiera activos refugio como el oro y la deuda soberana alemana se han salvado del pesimismo inversor y van camino de dibujar un cierre de mes muy poco amable.
Tal es el efecto de la falta de optimismo en el mercado que el Tesoro Público español se ha visto obligado este mismo martes a ofrecer los tipos más altos del último año para atraer inversores hacia la deuda a corto plazo. Una deuda que, en principio, no parece tan comprometida por eventuales problemas futuros de la economía española pero que sí refleja en mayor medida, explican los expertos, las incertidumbres de la que también dan cuenta unos CDS disparados.
