La española Codere ha incurrido ya en impagos sobre sus compromisos de deuda. Al menos, esa la visión de las agencias de rating, que han vuelto a degradar la calificación de la cotizada de los juegos de azar. Un panorama ante el que la avalancha vendedora ha sido imparable y ha propinado un nuevo descalabro de más del 11% para el precio de sus acciones en Bolsa.
Ha sido Standard & Poor’s la primera en dar un paso al frente al calificar de “impago selectivo” la nueva prórroga que Codere ha conseguido para evitar hacer frente a su calendario de vencimientos en los términos aún vigentes. En concreto, desde ‘CCC’, la compañía estadounidense ha rebajado la nota de la española hasta ‘SD’ a la par que ha fijado entre un 30% y un 50% el porcentaje de inversión recuperable ante la eventual confirmación de un impago generalizado.
De poco ha servido para calmar los ánimos del mercado que la cotizada del juego se haya apresurado a explicar en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores los motivos del recorte. Según la misiva, la agencia yanqui “asigna con la calificación de ‘default’ a aquellas entidades que extiendan un pago de intereses o principal transcurridos más de cinco días hábiles desde su vencimiento”. En este caso, la prórroga inicial de 30 días conseguida con sus acreedores la semana pasada a la que hoy se han añadido cinco días más ha desencadenado el movimiento.
A pesar del varapalo de S&P, Codere consigue ahora tiempo hasta el próximo viernes 28 de junio para acordar con sus acreedores un nuevo calendario de vencimientos y amortizaciones. Circunstancia que, sin embargo, podría granjearse también el castigo de Moody’s, que ya la semana pasada advirtió de que cualquier nuevo retraso en los compromisos de deuda de la española supondría su automática rebaja a la categoría de impago, a la que ahora tan sólo gana en un escalón dentro del baremo de ‘ratings’ de esta segunda agencia.
El cumplimiento a tiempo del plan de refinanciación se convierte, por tanto, en objetivo necesario para Codere. Ya no sólo desde la perspectiva de la continuidad de su negocio, sino de la estabilidad de sus finanzas. En este sentido, algunos gestores llegan incluso a señalar que la temida declaración por parte de Moody’s podría suponer la activación de los seguros contra impago o CDS de la operadora española de salas de juego.
Ante la declaración de S&P, las acciones de Codere se convertían en las más castigadas de todo el parqué madrileño en una sesión de nuevo marcada por los descensos en la gran mayoría de valores. El volumen de negociación se quedaba a una hora para el cierre de Bolsa muy por debajo de su media anual, apenas un tercio de esta cota. Mientras que las compras las dirigían los gestores de BBVA, CaixaBank y Mercavalor, las ventas eran cosa en primer lugar de las mesas de Renta 4, Deutsche Bank y Merrill Lynch.







