La prima de riesgo italiana está ya a solo cinco puntos de aventajar a la española. Dicho de otro modo, la creciente tensión sobre la deuda del país transalpino está a punto de hacer que sus bonos aventajen en rentabilidad a los emitidos por Madrid. El último movimiento de la agencia Fitch ha sido decisivo para llegar a una situación insólita desde hace meses.
La rentabilidad que los inversores del mercado secundario de deuda exigen a los bonos españoles a diez años ha caído hasta el 4,76% en esta primera sesión de la semana. Mientras tanto los tipos de sus comparables emitidos por Roma han subido hasta el 4,64%, cota que marcaban al cierre a negociación de la renta variable europea. Por su parte, los ‘bunds’ germanos de referencia, con los que se comparan el resto de papeles de la Eurozona cotizaban al 1,51%.
Una amalgama de porcentajes que daba lugar a una prima de riesgo de 327 puntos para los bonos del Tesoro Público español. Ya solo cinco por encima del riesgo-país italiano, en 322 enteros al cierre de negociación. La horquilla, que ya amanecía mermada desde los primeros compases de este lunes, seguía reduciéndose conforme avanzaba la sesión, si bien se movía siempre dentro de un rango entre los cinco y los doce puntos básicos.
Mientras que el bono español celebra el éxito que el Tesoro ha conseguido en sus últimas citas de colocación de deuda, Roma sufre la reticencia de los inversores a apostar por papeles de un país que permanece ingobernable. A causa de este incierto panorama que han arrojado unas elecciones legislativas sin claros ganadores, Fitch recortó el viernes ya con los mercados cerrados la calificación de Italia desde ‘A-’ hasta ‘BBB+’.
No solo eso, sino que le otorgó perspectiva negativa, colocando al país transalpino con un pie en la temida categoría de ‘bono basura’ en que varias casas siguen situando la deuda española. Las cifras del PIB correspondientes al cierre del pasado año 2012 que confirman que la recesión que atraviesa Italia está entre las más profundas de Europa y una galopante deuda bruta que alcanzará el 130% del PIB este año, son los argumentos que la agencia utiliza para justificar una decisión que hoy se deja sentir con fuerza en el mercado secundario.







