Las cajas se adelantan a CaixaBank en su salida de Tubacex

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Las cajas se adelantan a CaixaBank en su salida de Tubacex

Caja 3, Liberbank y BMN, agrupadas en Atalaya Inversiones, se han adelantado a CaixaBank a la hora de rentabilizar su presencia en Tubacex. Mientras el banco catalán aguanta aún su participación en la acerera, herencia de la adelgazada cartera industrial de su absorbida Banca Cívica, sus viejas compañeras de inversión ya se reparten 13 millones de euros contantes y sonantes.

Esa es la cantidad que las tres agrupaciones de cajas de ahorros se han embolsado por su ágil desinversión. Y es que, hasta el pasado jueves, mantenían en cartera 6,65 millones de títulos de Tubacex a través de su sociedad conjunta Atalaya. Una participación de nada menos que el 5% del capital social de la alavesa, en la que las cajas contaban con un asiento en el consejo de administración y que, lógicamente, han perdido tras su desinversión.

La venta, además de tomar la delantera a CaixaBank, que parece dispuesta a vender buena parte de las participaciones heredadas de Banca Cívica, llega en un momento en que la cotización de Tubacex se había recuperado con holgura de un prolongado descenso. De los 1,42 euros por título que llegó a probar el pasado verano a los de 2,04 euros a los que ayer cerró la operación Atalaya en el Mercado Continuo.

A pesar de la abultada colocación, la cotización del grupo no se ha resentido. Los analistas e inversores habían descontado ya que antes o después la venta se produciría ya que los tres grupos financieros integrantes de Atalaya padecen necesidades de capital de distinto grado para cumplir con las exigencias del Gobierno y las normativas internacionales al respecto. En lugar de golpear la gráfica de Tubacex, la salida de las cajas se premiaba hoy en el parqué con alzas del 1,8% debido al buen precio conseguido por éstas para la operación.

En cualquier caso, el perdedor de esta historia, apuntan los analistas es CaixaBank. El que las cajas de ahorros le hayan tomado la delantera no solo implica que ya hay una referencia fijada para la operación, sino que en un eventual movimiento desinversor la búsqueda de compradores podría ser más complicada tras la digestión del 5% de que se ha deshecho Atalaya. Tras la venta de oficinas herencia de Banca Cívica al magnate mexicano Carlos Slim y el traspaso del parque sevillano Isla Mágica -antigua propiedad de Cajasol- a Looping Group, la salida de Tubacex parecía para muchos gestores un movimiento más que probable que ahora se complica.

Con la salida de Atalaya, se reduce el número de accionistas significativos de Tubacex. Más allá de CaixaBank (8,83%), mantienen sus posiciones el grupo vasco Bagoeta (18,08%), a través de la firma Larreder, y el fondo inversor Cartera Industrial Rea con otro 5% de la fabricante de tubos de acero.

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