El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) dio ayer a Bankia una valoración negativa de 4.148 millones de euros, y los 350.000 pequeños accionistas de la entidad se enfrentan ahora a pérdidas que no se descarta que sean totales. Por lo pronto, las acciones de Bankia se desploman un 13% hasta los 0,59 euros.
De hecho, todo parece indicar que son precisamente los accionistas minoritarios los que impulsan las órdenes de compra en la jornada de hoy. Según datos de Infobolsa, a través del broker Bankia Bolsa, se habían vendido a media mañana 1,7 millones de títulos en 765 operaciones de venta (media de 2.000 títulos por operación), un 17% del total de ventas. Bankia Bolsa es la sociedad de valores que suele utilizar este colectivo de minoritarios.
Según publica la agencia Reuters, que cita una fuente del Banco de España, los accionistas sufrirán una dilución “fuerte, incluso muy fuerte”. Aunque el FROB destaca en su comunicado que, legalmente, los primeros que deben asumir pérdidas en caso de reestructuración o liquidación de bancos son los accionistas, no se especifica qué pérdidas asumirán una vez que se haya completado el proceso de recapitalización.
Ni siquiera se descarta que los accionistas no puedan salvar nada de su inversión. “Es muy pronto para saberlo (cuánto van a perder los accionistas), pero la dilución será fuerte, incluso muy fuerte”, según ha señalado el Banco de España a la agencia, agregando que las cifras concretas se conocerán a comienzos de 2013.
El 20 de julio de 2011, el entonces presidente de Bankia, Rodrigo Rato, hacía sonar la campana en la Plaza de la Lealtad. El banco liderado por Caja Madrid debutaba en Bolsa a un precio de 3,75 euros la acción, que suponía ya un descuento del 15% sobre la horquilla que se había previsto inicialmente.
La salida al parqué del banco de Caja Madrid, Bancaja, Caja Rioja, Caja Insular de Canarias, Caixa Laietana, Caja Segovia y Caja Ávila, se convirtió en una auténtica cuestión de Estado para devolver credibilidad al sector financiero español, pero un año y medio después los clientes que acudieron a la operación podrían perder la totalidad de su inversión. A día de hoy, las acciones acumulan una caída de casi un 85%, al pasar de 3,75 euros a 0,595 euros.
