Los títulos de ArcelorMittal han llegado a apuntarse este miércoles bruscos descensos de hasta el 5,5% tras anunciar un drástico recorte de dividendo. La compañía acerera ha acordado recortar a partir del próximo año en un 73,3% el pago con que tradicionalmente premiaba a sus inversores, provocando un sonoro éxodo en su accionariado.
En concreto, Arcelor pagará a sus accionistas el próximo mes de julio 0,20 dólares por acción en lugar de los 0,75 euros que acostumbraba a repartir. El objetivo: reducir el abultado endeudamiento de la compañía y hacer frente a la actual coyuntura económica que ya ha forzado al cierre o reducción de capacidad de algunas de sus fábricas.
De poco ha servido que el consejo de administración de la compañía haya prometido en la nota explicativa de esta decisión que “tiene la intención de aumentar progresivamente el dividendo cuando se haya completado el plan de reducción de apalancamiento y se registre una mejoría de las condiciones del mercado”. Al ecuador de la jornada negociadora, la sangría inversora en ArcelorMittal ya daba lugar a un volumen superior al de su media anual de una sesión completa. Más después de la toma de posiciones especulativas que el valor vivió ayer entre rumores de venta de sus hornos de Florange al ruso Severstal.
La compañía del magnate de origen indio Lakshmi Narayan Mittal pretende con este movimiento, parejo a los frentes ya abiertos en reducción de costes a la producción, salvarse de los temidos recortes de ‘rating’ de las agencias de calificación crediticia. Las rebajas generalizadas a sectores son cada vez más comunes y la acerera quiere salvaguardar su nota de grado de inversión, sin caer en el ‘bono basura’ al que ya han sido condenadas muchas europeas.
Por lo que se refiere a los resultados de ArcelorMittal al cierre del tercer trimestre del año, la compañía obtuvo un beneficio neto de 201,2 millones de euros, un 92% menos que en igual periodo del ejercicio 2011. La caída de precios, la contracción de las ventas y, sobre todo, la desaceleración económica de China ha pasado una considerable factura a su balance, según la compañía.
Para mayor daño a las finanzas de la compañía, su endeudamiento neto ascendió a 17.887 millones de euros, 925 millones más que a cierre de junio. Una combinación de cifras que ha sido determinante para, a pesar de haber cumplido con las previsiones de los expertos para los nueve primeros meses del año, haber decretado el recorte a dividendo.
