La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha echado un buen cable a Banco Popular para salvar los muebles de su próxima y abultada ampliación de capital, aunque haya sido de forma indirecta. El organismo no levantará la prohibición de posiciones cortas como la mayoría de gestores esperaba, sino que la mantendrá hasta febrero, echando por tierra el negocio especulativo que ya muchos se auguraban con la operación.
Después de tres meses sin poder apostar a la baja por las cotizadas españolas, los especuladores tenían claro, según han comentado a este portal varios gestores de carteras, cuál iba a ser su próximo blanco: el Popular. Su frágil solvencia, confirmada por la auditoría de Oliver Wyman, ha lastrado su precio de mercado en un 26% desde que las dudas sobre el valor comenzaron a cotizarse con fuerza en el parqué hace un mes. Un tobogán bajista que la última semana se ha incrementado desde que la entidad anunció una ampliación por 2.500 millones de euros con descuentos de más del 70% sobre precio de mercado y suspensión de dividendo.
Según las últimas cifras disponibles en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en lo que va de una prohibición de cortos con visos a extenderse por cuatro meses más, la presión bajista ha menguado un 2% sobre el Popular. Sin embargo, las cifras que ya se barajan para la ampliación de capital y la pérdida de atractivo del valor con la supresión de pago a accionistas hacía preve que la presión vendedora se mantendría. Una oportunidad en bandeja de plata para hacer negocio especulativo al renovar, con precios ajustados a la situación actual, las posiciones bajistas que hasta ahora han ido cayendo, al crear nuevas o incrementar las existentes.
Un negocio redondo que, sin embargo, ya nunca será. El pasado viernes, al cierre del mercado, la CNMV que ya preside Elvira Rodríguez decretó que el veto a las posiciones cortas sobre las cotizadas españolas seguirá vigente, al menos, hasta noviembre. Entonces, dado que en ese mes entra en vigor el nuevo reglamento de supervisoras de mercado en Europa, el organismo español necesitará el visto bueno del supervisor continental (ESMA, por sus siglas en inglés), para alargar el veto hasta febrero, tal como es su deseo. Un tiempo en que, según los expertos, la abultada ampliación del Popular debiera haberse resuelto por completo.
No se sabe si desde el banco que preside Ángel Ron se ha presionado al organismo para que ampliase la vigencia de esta medida, aunque algunos brókeres no dudan en ello. Sí que lo hizo recientemente la consejera delegada de Bankinter, otra entidad de tamaño medio. La directiva afirmó que «mientras los mercados no se estabilicen es mejor que se mantenga esta prohibición porque la volatilidad es muy alta». Un dictado que, quizá para dejar el camino más llano hacia el completo saneamiento de la banca española, la CNMV ha seguido a pies juntillas al justificar su decisión en que la situación del mercado sigue siendo «excepcional» y en que así se asegura «la estabilidad del sistema financiero y del mercado de capitales español».
