Algunos directivos de las principales petroleras de la Eurozona han mantenido en los últimos días reuniones con analistas y gestores de bancos de inversión en las que se habrían quejado del impacto negativo que las incertidumbres sobre el euro tendrían en las cotizaciones bursátiles de sus compañías.
La pasada semana, el Wall Street Journal this week publicó una entrevista con Patrick de La Chevardiere, director financiero de Total, en la que aseguró que en su caso concreto, el valor de las acciones estaba penalizado porque los inversores perciben a la compañía como una empresa de la Eurozona, lo que no sería estrictamente cierto.
El ejecutivo de Total recordó que tanto su empresa como el resto de las grandes compañías del sector operan, de hecho mayoritariamente en dólares y, sin embargo, sus cotizaciones se mueven cerca de un 17% por debajo de las de su competencia estadounidense o británica que no exhiben, además, mejores cifras de beneficios que puedan justificar estas diferencias de precio.
Algunos analistas, sin embargo, como los del banco suizo Credit Suisse, creen que, en parte, esta diferencia en la cotización está justificada por el hecho de que las compañías europeas, tienen sus reservas en ‘territorios peligrosos’ y ponen como ejemplo su presencia en las naciones afectadas por las movilizaciones derivadas de la ‘primavera árabe’.
