Si una compañía anuncia dividendo, sube en la bolsa y si lo suspende o recorta, baja. Este es uno de los tradicionales principios de la renta variable, pero no siempre se cumple. Telefónica acumula una revalorización del 22,9% desde el pasado 25 julio, cuando anunció la suspensión temporal de su retribución al accionista y a pesar de este rally los expertos esperan más subidas.
El • consenso de los analistas otorga un precio objetivo a Telefónica de 13,3 euros por acción, lo que se traduce en un potencial de revalorización del 25,4% respecto al precio con el que han cerrado sus títulos hoy (10,6 euros).
Hoy mismo Credit Suisse ha reiterado su confianza en la operadora. El bróker del banco suizo ha repetido su consejo de “neutral” con un precio objetivo de 14 euros por acción. En las últimas semanas otras casas de análisis también se han volcado con el grupo que preside César Alierta. Así, los expertos de Carax-Alphavalue aconsejan “comprar” los títulos de Telefónica y le otorgan un precio objetivo de 19,7 euros. También Berenberg Bank ha cambiado su consejo sobre Telefónica de “vender” a “mantener” e incrementa el precio objetivo de 9,3 a 9,7 euros.
Incluso los bloggers financieros estadounidenses halagan a la operadora y consideran que la ausencia de dividendo convierte a la compañía en un valor más atractivo para los inversores.
Seeking Alpha, uno de los blog financieros de referencia en EEUU, enumera una serie de razones para apoyar esta tesis. Una de ellas es la deuda, “el mayor riesgo para la operadora”, dado que buena parte de ella está denominada en euros y la perspectiva de España sigue siendo incierta. La eliminación de los dividendos permite ahora a la compañía obtener los recursos suficientes para afrontar sus compromisos financieros hasta finales de 2012.
Telefónica se embarcó hace unos meses en un programa de venta de activos no estratégicos para captar capital para afrontar su deuda. Sin embargo, el oxígeno que ha obtenido con la suspensión del dividendo le ha quitado presión para deshacerse de estos activos. “Esto es malo para los posibles compradores de estos activos, que podrían haber obtenido muy bajos precios, pero es bueno para los accionistas de la compañía”, afirman los bloggers.