El Tesoro Público superó hoy sus objetivos pero a costa de pagar los mayores intereses desde la introducción del euro. Por primera vez, para vender bonos a cinco años, ha tenido que pagar una rentabilidad superior al 6%. A pesar de ello, la reacción de los mercados fue positiva: el Ibex 35 moderó sus caídas y la prima de riesgo ha llegado a caer incluso por debajo de los 500 puntos.
Las elevadas rentabilidades han permitido, como en subastas anteriores, que la colocación haya contado con un amplio respaldo de la demanda. El Tesoro ha adjudicado 2.220 millones de euros, por encima del objetivo máximo de 2.000 millones.
La rentabilidad del bono con vencimiento en 2017 ha aumentado un 22% al pasar del 4,96% previo al 6,072%. En los títulos a tres años, el tipo medio ha subido al 5,547% desde el 4,876% anterior. En el bono a dos años, el interés se ha multiplicado por 2,3 veces hasta situarse en el 4,706%, algo inédito también desde que existe el euro.
Las peticiones totales por la deuda a dos, tres y cinco años, han superado los 7.700 millones de euros, el triple del importe colocado por el Tesoro.
