Mitsubishi Electric fue la compañía más penalizada de la Bolsa de Tokio. Sus acciones se desplomaron un 14,8% después de que el Ministerio de Defensa nipón anunciara que ha decidido suspender sus acuerdos con la empresa de maquinaria pesada por los excesivos cobros de sus servicios.
La suspensión de los contratos podría durar unos seis meses y también podría haber una multa, pero los analistas consideran no obstante que el impacto es una empresa de tres billones de yenes (39.100 millones de dólares) de capitalización es limitado.
La Bolsa de Japón cerró su tercera sesión consecutiva a la baja, presionada por unos desalentadores resultados empresariales y por los débiles datos macro de EEUU conocidos el pasado viernes. Sin embargo, el desánimo se vio parcialmente compensado por la esperanza de que Grecia y sus acreedores privados alcancen cuerdo esta semana sobre el canje de deuda que evite un default desordenado.
El selectivo Nikkei retrocedió un 0,54%, hasta los 8.793,05 puntos, mientras que el índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, cedió un 0,54%.
