La decisión del Banco Sabadell de aumentar su capital hasta en un 43% para absorber con más holgura la maltrecha Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) no ha sentado bien a sus inversores. El valor sufría un castigo del 2,7% a media sesión. Un retroceso que lo relegaba al último puesto de un Ibex 35 en el que era el único banco bajista.
Los expertos consideran que la posibilidad de que no exista derecho de compra preferente para los antiguos accionistas, tal como ha planteado la entidad, con su consecuente efecto dilutivo, es lo que más penaliza al valor. Mientras tanto, el resto de bancos cotizados celebraban una prima de riesgo por debajo de los 330 puntos básicos.
A media jornada, la entidad catalana duplicaba su volumen diario de media de negociación hasta superar los 6.000 de títulos. La gestora del propio Sabadell se situaba como principal vendedora (54%), según los expertos por los clientes de la propia entidad que están deshaciendo posiciones ante lo que pueda venir en la junta del próximo 23 de febrero, donde se aprobarán los términos de la ampliación. En las compras, los brókeres más activos eran Credit Suisse y, de nuevo, el Sabadell.
