Las pérdidas eran la nota predominante en el mercado nacional de futuros (MEFF) después del día de fiesta. Tal era el caso que las pérdidas de los valores iban desde poco menos del 3% hasta el 0,4%.
Por ello, la confianza de los inversores era escasa. Pero Iberdrola fue la que más respaldo tuvo por parte de los inversores. De este modo, mientras que en el mercado del contado las acciones de la energética, con vencimiento para finales de año, se cotizaban alrededor de los 4,9 euros, mientras que en la zona de futuros estás estaban prácticamente en los cinco euros.
Aunque no era la única, BBVA también observaba una leve diferencia entre el precio de sus acciones en el mercado de futuros y el de las del mercado contado. El resto de valores que tenían movimientos en el MEFF veía como los inversores les daban la espalda. Cosa que también ocurría en el principal indicador de la Bolsa española, el Ibex 35, que a escasos minutos del mediodía se apuntaba una pérdidas del 0,7%.
