A pocos días de comenzar el mes de agosto, tradicional por su falta de actividad en la gran mayoría de sectores, el mercado de deuda no descansa y la rentabilidad del bono español a diez años ha tocado esta mañana el 6,1% después de que la agencia Moody´s haya advertido al personal de que podría rebajar la calificación de España. Así, este papel soberano cierra una semana en la que no ha podido romper la barrera del 6%. El bund alemán, por su parte, mantiene una rentabilidad del 2,66%.
Asimismo, los bonos italianos con ese mismo vencimiento se mantienen en el 5,9% de rendimiento, mientras que los irlandeses han logrado reducir su rentabilidad, que hace unas semanas llegó a superar el 12%, por debajo del 11%, superando así la ofrecida por los bonos portugueses, que tradicionalmente han cotizado por debajo de los papeles celtas. Ahora, la deuda lusa ofrece un 11,02% de rendimiento. Grecia, por su parte, sigue entre el 14% y el 15%, lejos del récord que alcanzó el pasado mes de junio, cuando coqueteó con el 18%.
En este contexto las principales bolsas europeas volvían a amanecer, una jornada más, registrando caídas de diversa consideración. El Ibex 35 caía cerca del 1% y París un 0,75%. Más moderadas eran a media mañana las pérdidas de Francfort (-0,64%) y Londres (-0,54%).
En el mercado de divisas, el euro se canjeaba por 1,4286 dólares y la moneda estadounidense, a su vez, se podía comprar por 77,663 yenes japoneses. En cuanto a las materias primas, la onza de oro costaba a primera hora unos 1.614 dólares tras alcanzar esta semana un récord de 1,630 dólares debido a la incertidumbre que genera el hecho de que en Washington no se haya llegado a un acuerdo todavía para elevar el techo de la deuda, lo que convierte al metal en un valor refugio destacado.
El precio del barril de Brent con entrega en septiembre, principal referencia europea, había descendido esta madrugada hasta los 117,42 dólares tras comenzar la semana por encima de los 118.
