Los banqueros portugueses ahondan la crisis del país

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Los banqueros portugueses ahondan la crisis del país

El ultimátum de la banca portuguesa al Tesoro luso para que solicite ayuda internacional ha provocado que la subasta de letras de hoy se haya saldado con una rentabilidad hasta un 71% mayor que en la última cita de este tipo. Los analistas creen que la emisión de hoy sólo prolonga en el tiempo la necesidad real de que Lisboa se acoja al rescate europeo si quiere poder cubrir con éxito sus vencimientos.

La colocación de deuda portuguesa de hoy se ha saldado con un éxito discutible. Si bien el Tesoro ha conseguido colocar deuda por encima de lo esperado (1.005 millones), para ello ha tenido que pagar una rentabilidad del 5,9% en las letras a un mes, un 36% más que en marzo; rentabilidad que se ha disparado un 71,4%, hasta el 5,12%, en las letras a seis meses subastadas hoy. Detrás de este repunte está, dicen los expertos, la decisión de algunos de los principales bancos del país vecino de no acudir a las subastas del organismo público al abogar que ya tienen una importante exposición a los papeles de su país que podría dejarlos en apuros.

Entre las entidades que no parecían dispuestas a acudir a la cita se encuentran Banco Espírito Santo, Millennium y BPI, que temen que su exposición a los títulos lusos termine por provocar nuevos recortes de ‘rating’ crediticio en el sector bancario. Las acusaciones más duras han llegado desde la cúpula del BCP, el mayor banco portugués, que ha invitado al Gobierno a acudir a la ayuda internacional antes del próximo agosto.

La retirada de los grandes bancos de las subastas de deuda podría poner en serios aprietos las necesidades de refinanciación del Tesoro luso que entre abril y junio suman un total de 7.000 millones de euros, de los que ha conseguido colocar uno en la emisión celebrada hoy. Según el diario luso Jornal de Negocios, uno de los compradores en la subasta de este miércoles podría haber sido el fondo de reserva de la Seguridad Social en una estrategia para evitar un repunte aún mayor de la rentabilidad en los papeles a corto plazo.

La posibilidad de que se celebren elecciones en Portugal el próximo 5 de junio no hacen más que incrementar el temor ante el futuro del país, que cada vez está en más quinielas para convertirse en el tercer país de la Eurozona en acudir a la ayuda financiera exterior.

Al cierre de esta edición, los bonos lusos a diez años alcanzaban una rentabilidad del 8,74% y se distanciaban en 533 puntos del ‘bund’ alemán. Mientras, los papeles a 5 años se mantenían sobre el 10%.

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