La semana arrancó con números rojos en las principales plazas bursátiles asiáticas, en una jornada marcada por el nuevo capítulo de la crisis nuclear en la central de Fukushima, y por unos resultados empresariales que han decepcionado al mercado.
Tokyo Electric Power, el operador de la planta nuclear dañada, se ha desplomado de nuevo un 18%, con lo que se sitúa en sus mínimos desde 1977.