Fukushima tumba las bolsas mundiales

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Fukushima tumba las bolsas mundiales

Los mercados bursátiles de todo el mundo atraviesan una jornada negra marcada por los miedos a un eventual desastre nuclear en Japón provocados por el accidente de Fukushima. Los parqués internacionales se han anotado importantes pérdidas que en el archipiélago asiático son las terceras más pronunciadas de la historia. En Asia, EEUU y Europa el desplome se ha repetido con menor intensidad. Las compañías químicas, las relacionadas con la industria nuclear y las aseguradoras son las más castigadas.

El Nikkei 225, el índice de referencia de la Bolsa de Tokio, ha perdido, desde el pasado viernes, día en que se produjo el terremoto, casi un 16,5% de su cotización. Sólo hoy los miedos a la crisis nuclear ha provocado un descenso del 10,55%, en lo que ha supuesto su mayor caída desde octubre de 2008 y la tercera más grande de la historia del mercado bursátil nipón. La compañía más castigada ha sido Tokyo Electric Power, propietaria de la planta de Fukushima, hasta un 25% se han dejado sus títulos en la sesión de hoy.

Las caídas de Japón se han contagiado a los dos parqués chinos que han cerrado en números rojos: Hong Kong se deja un 2,86% y Shanghái un 1,41%. El referente de la Bolsa de Bombai también cedía a su cierre un 1,47%.

En Europa, el panorama es tan negativo como en Asia, con unos índices bursátiles en pérdidas desde el pasado viernes. El mayor desplome lo ha protagonizado el DAX alemán que, próximo a su cierre de negociación, se deja un 3,96% de su valor. A la cabeza de las pérdidas se colocaban valores químicos relacionados con la industria pesada, las aseguradoras y, una jornada más, las energéticas con intereses en el sector nuclear.

En el primer caso, las caídas se deben a que la paralización del crecimiento de Japón, la tercera mayor economía del mundo, podría perjudicar seriamente la cartera de pedidos de la industria pesada y, por consiguiente, de muchas de las firmas químicas, lo que terminaría por perjudicar las previsiones de crecimiento del sector. Es el caso de BASF, que cedía un 5,52% al cierre de esta edición. De entre las cotizadas en el parqué alemán, es Rheinmetall una de las que más cae al anotarse un retroceso del 6,00% en su cotización.

Las energéticas europeas con alta exposición al sector nuclear también pierden. La alemana RWE es la que peor se comportaba con un desplome del 4,84%. La incertidumbre desatada en los mercados de todo el mundo se acentúa en Alemania debido a la respuesta que el Gobierno de Angela Merkel ha dado ante la amenaza nuclear nipona: Alemania cerrará siete de sus centrales activas, las que fueron construidas antes de 1980, lo que se traduce como el 5% de la capacidad productiva del país. Esta medida, tomada por la presión de los Verdes según algunas fuentes, genera aún más reticencia a mantener títulos de nucleares.

Esta reticencia se aprecia también en el mercado francés, cuyo índice CAC-40 de referencia retrocedía un 2,23%. La energética EDF se debaja un 7,78% al cierre de la Bolsa y Air Liquide, una compañía químico-gasística perdía más de un 7,5% a la misma hora.

En el resto de las principales plazas europeas el desplome se repetía, aunque con menor intensidad: Milán (-2,21%); Londres (-1,35%) y Madrid (-0,76%), el agregado Eurostoxx también se movía en números rojos en torno al -2,16%. Las únicas beneficiadas de esta crisis de riesgo nuclear son las renovables. Alguna de estas compañías ya llevaban un buen comienzo de 2011 y las malas perspectivas para la energía nuclear desplazan a inversores de este sector a las energías ‘verdes’. Así, en España, Abengoa, Gamesa y Acciona eran las únicas que llegaban al cierre del mercado en positivo.

En el sector de las aseguradoras, las pérdidas se suavizan a medida que se van conociendo las pérdidas a las que tendrán que hacer frente las grandes firmas europeas en el archipiélago asiático. En Zúrich, Swiss Re perdía un 2,12% poco antes del cierre del mercado y en Fráncfort, Munich Re caía un 2,69% mientras que Hannover Re lo hacía en un 2,22%. La mayor presencia de los sectores de seguros y químicos en los índices selectivos de Alemania y Francia está detrás de sus caídas más pronunciadas.

Nueva York llega a media sesión negociadora con pérdidas en sus principales índices, arrastrado por la apreciación del dólar y el temor en aumento a la situación de Japón, donde el riesgo de un incidente nuclear va en aumento. El Dow Jones caía un 1,63%, el Nasdaq un 1,68% y el Standard & Poor’s 500 se dejaba un 1,60% al cierre de esta edición. De nuevo, el sector de las renovables era el único que esquivaba las pérdidas en el parqué neoyorquino con First Solar, entre otras, con un explosivo rally del 5,57%.

En las materias primas, el oro se ha acercado a su precio mínimo del pasado 18 de febrero. La mala sesión en el mercado de renta variable ha hecho que muchos inversores se inclinen por la entrega física de los lingotes antes que especular con su valor en el mercado de futuros. La onza de oro se pagaba al cierre de esta edición a 1.396 dólares, un 2,03% más barata que ayer.

Mientras, el petróleo de Texas también descendía hasta los 99,25 dólares y rebasa la frontera psicológica de los 100 dólares por barril. En Europa, el Brent se pagaba un 4,42% más barato que la media de ayer, a 108,72 dólares por barril, lo que supone un descenso de casi cinco dólares con respecto al lunes.

Esta caída en el precio de las materias primas también ha venido motivada por el repunte del dólar frente al euro. La falta de consenso en la Unión Europea para tomar medidas definitivas contra la crisis de deuda y aumentar el fondo común de rescate ha provocado el desplome de la divisa europea frente al ‘billete verde’ que además se beneficia de su potencial como valor refugio frente a la moneda de países emergentes, que podrían verse más perjudicados ante un eventual desastre nuclear y económico en Japón.

Cada euro se cambiaba al cierre de esta edición por 1,397 dólares y cada billete verde perdía frente al yen hasta los 80,77 de cambio. El yen se fortalece debido a la repatriación de inversiones niponas en el exterior que vienen realizando los ciudadanos del país asiático para poder hacer frente a la reconstrucción del país y a un eventual aumento en el precio de las materias primas al consumo.

Particularmente llamativa es la situación que atraviesa el mercado secundario de deuda. La rentabilidad exigida a los bonos se mantiene prácticamente estable al pesar del miedo a un desastre nuclear. La clave de esta estabilidad se encuentra en el programa de flexibilidad económica anunciado por el Banco Central de Japón que aportará 20 trillones de yenes (unos 177.500 millones de euros). Además los intentos de acuerdo en Europa para afrontar la crisis de deuda que atraviesan algunos países suavizan los posibles efectos adversos de unas bolsas a la baja.

Los bonos nipones mantienen una rentabilidad del 1,22% en línea con los últimos días. Mientras, los títulos de deuda española a diez años se pagan al 5,20%, lo que supone un diferencial de 206,9 puntos básicos frente al ‘bund’ alemán de referencia (3,13%). Los que sí se resienten un día más son los portugueses, nueve puntos más lejos de los germanos que ayer, hasta el 7,59% y un ‘spread’ de 446,4 puntos.

Efectos en el PIB de Japón

El impacto del terremoto del pasado viernes podría suponer un coste del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) de Japón, unos 130.000 millones de euros, según un informe de Banif. No obstante, los analistas de la filial del grupo Santander consideran que en los próximos trimestres es posible que la recomposición de las infraestructuras tras los graves destrozos estimulen la economía a través de las obras públicas.

Por su parte, los expertos de DWS Investements (dependiente de Deutsche Bank) contemplan dos escenarios posibles en la economía nipona: Por un lado, si se contiene con éxito la amenaza nuclear, a largo plazo el impacto podría ser moderadamente positivo. Sin embargo, si finalmente se produjera un accidente grave en la central de Fukushima, éste podría afectar a una zona que supone el 40% del PIB de Japón. En ese escenario, la economía podría decrecer a un ritmo anual del 5%, con una grave crisis en el sector financiero y asegurador.

A espera de más noticias, la agencia de calificación Ficht ha asegurado que de momento no habrá recortes de rating.

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