El seísmo de Japón ha traído la desconfianza a Wall Street, que comienza la semana con pérdidas. La adquisición de Lubrizol por parte de Berkshire Hathaway, la compañía presidida por Warren Buffet, es uno de los puntos fuertes de la jornada, ante la ausencia de referencias macro.
Los inversores miran hacia el otro lado del océano Pacífico, donde la alarma nuclear es cada vez mayor, ya que no dejan de sucederse los problemas en los reactores afectados por el terremoto.
Las dudas de los inversores se han sentido en el Nikkei, que cerraba la sesión con una caída del 6,18%. La nueva inyección de liquidez de que ha realizado el Banco de Japón hasta los 15 billones de yenes (unos 131.859 millones de euros), para garantizar la estabilidad financiera del país tras los sucesos del pasado viernes, tampoco han devuelto la confianza a los mercados internacionales.
Berkshire Hathaway, la firma presidida por Warren Buffet, ha alcanzado un acuerdo para comprar la química Lubrizol por 9.700 millones de dólares. El acuerdo en efectivo valora cada acción de la química en 135 dólares, una noticia con doble efecto. Mientras que los títulos de Lubrizol ganaban un 27,02% hasta los 133,93 dólares, los de Berkshire Hathaway se dejaban un 0,82%.
Los títulos de las firmas vinculadas con las nucleares son los más afectados tras el toque de campana. General Electric, que ha diseñado los reactores nucleares con problemas de la central nuclear japonesa de Fukushima, perdía un 2,34%.
