El Tesoro portugués ha logrado colocar esta mañana 1.301 millones de euros en bonos a diez años, una cifra superior a la prevista, en una emisión que algunos analistas apuntaban que podría haberse visto perjudicada por la rebaja de Standard & Poor´s (S&P) al rating de Irlanda, hecho público a última hora de ayer.
Portugal ha vuelto a superar una prueba en los mercados de deuda soberana al colocar más de lo previsto y a una rentabilidad ligeramente mayor a la de la última emisión de deuda con el mismo vencimiento. Los bonos de 2020 se han colocado a un 5,312% de rentabilidad, por encima de los 5,225% lograda en junio (un 1,6% más cara, por tanto), aunque por debajo de la rentabilidad con la que cotiza en los mercados secundarios: un 5,423%.
No obstante, la rebaja del rating de deuda irlandés por parte de S&P, de AA a AA-, puso sobre aviso a diversos analistas en las horas previas a la emisión. Cabe destacar que Irlanda y Portugal son dos economías que, en los últimos tiempos, han ido asociadas al reaccionar de modo similar a los flujos del mercado.
La rebaja del rating a Irlanda, por su parte, ha logrado aumentar el diferencial de la deuda de este país en relación al ‘bund’ alemán. Así los papeles a diez años irlandeses se situaban a 340 puntos básicos a media sesión, desde los 323 puntos básicos de ayer. La rentabilidad del bono irlandés es de 5,582% en los mercados secundarios.
No obstante, en el mercado de ‘Credit Default Swaps’ (CDS), los seguros irlandeses apenas sufrieron cambios tras el anuncio de la calificadora. Un ‘broker’ consultado por el portal Dow Jones afirmó que “las agencias han entrado un poco tarde en el juego”. Según los expertos, el mercado de los CDS ya había asumido la situación de Irlanda antes de la rebaja.
Las principales bolsas europeas han cotizado a la baja durante la mañana debido, según los expertos, a la rebaja de Irlanda. Así, Londres caía a media sesión un 0,86%, mientras que Francfort lo hacía un 0,5%. París, por su parte, caía más de un 1%. Mientras, el principal índice bursátil español, el Ibex 35, caía por debajo del 1%.
