Telepizza rebota a contracorriente gracias a las compras de KKR

El estadounidense KKR, uno de los abanderados del renovado pacto de inversores de la cadena de pizzerías, se ha convertido en el primer accionista del grupo. El fondo KKR se ha convertido ya en el primer accionista de Telepizza. Los inversores estadounidenses son titulares ya de un 15,5% del capital social de la cadena de pizzerías, cuyas acciones han logrado remontar precio a contracorriente en Bolsa después de dos sesiones consecutivas a la baja.
 
Desde KKR no se han dado detalles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) de cómo se ha alcanzado esta reforzada posición que adelanta a los que hasta ahora mantenían la cartera más abultada en el valor: Permira. Sin embargo, no han sido los únicos, pues también el presidente de Farringdon Capital Management, Bram Cornelisse, ha incrementado su presencia en Telepizza durante el mes de diciembre a una participación del 5,006%.
 
Al frente de su mapa accionarial, ahora ya por detrás de los fondos de KKR se sitúan Permira, con un 11,4% del capital social de la cotizada española, y Foodco Finance, que cuenta con un 11,2%, según los registros más actualizados del supervisor bursátil. El primero y el último son miembros del renovado pacto de inversores que aglutina cerca de un cuarto del accionariado de la compañía y que prevé estabilidad para su núcleo duro de inversores.
 
En virtud de este pacto, los firmantes se comprometen a realizar un tanteo previo entre ellos en caso de que quieran proceder a una desinversión parcial en la cotizada española. En este sentido, el accionista con intención de deshacer posiciones deberá notificárselo al resto de los firmantes. Así, el engorde de cartera de KKR podría haberse nutrido de un eventual paso por caja de algún otro inversor institucional.
 
La cadena de restauración, que regresó al parqué el pasado 27 de abril, situó las ventas en 252,3 millones de euros, tras crecer un 5,2%, impulsadas por el crecimiento de las ventas en franquicias mientras que el resultado bruto de explotación subyacente aumentó en un 14,7%, hasta los 36 millones de euros. Sin embargo, su talón de Aquiles sigue siendo su endeudamiento.