Los cinco motivos que han hecho del bitcoin el activo más rentable en 2016

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Los cinco motivos que han hecho del bitcoin el activo más rentable en 2016

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El uso del bitcoin para evadir el control de las autoridades nacionales a los cepos cambiarios y las operaciones en efectivo han sido factores clave en su ascenso. El bitcoin ha sido con diferencia el activo más rentable de este año 2016 que toca a su fin. La criptomoneda se ha revalorizado un sonoro 79% a lo largo del ejercicio, apreciación que ha llevado su cruce frente al dólar a máximos de los últimos dos años. Una senda imparable por el momento que se fundamenta en cinco motores.
 
Aunque el rublo ruso y el real brasileño han sido dos de las monedas que con más fuerza han encarado 2016 después de haber sufrido un fuerte castigo inversor a lo largo del año pasado, su revalorización se queda en nada al lado de la del bitcoin. Al haber ascendido a 778 dólares por cada una de estas monedas digitales, incluso a pesar de la apreciación de la divisa estadounidense en la recta final del ejercicio, su remontada cuadruplica a las de las dos grandes economías emergentes.
 
El primero de los motivos a los que Bloomberg apunta como aceleradores de esta vertical remontada es la implantación de un más estricto control de capitales en varias economías del mundo. Las dificultades impuestas por China hacia la salida del país de yuanes en efectivo y los cepos que muchos gobiernos tienen establecidos sobre las tasas cambiarias frente a su divisa nacional bloquean la liquidez de estas monedas e impulsan la búsqueda de alternativas fuera del mercado tradicional de divisas, lo que impulsa a las digitales y, entre ellas y especialmente, al bitcoin por su mayor difusión y popularidad.
 
La segunda razón que encuentran los analistas está en la proliferación de políticas proteccionistas y de aislacionismo económico que de una parte parece amenazar el mercado cambiario y de otro frena el envío de remesas de los migrantes hacia sus países de origen. Este factor es clave en el caso de EEUU, donde las políticas anunciadas por el presidente electo Donald Trump, parecen apuntar inequívocamente hacia esta dirección incluso, y sobre todo, con uno de sus socios comerciales más destacados: su vecino México.
 
En tercer lugar, la oferta de bitcoin es cada vez más escasa, lo que necesariamente hace que su valor no se diluya con la velocidad con que lo hacía hasta hace poco. Las operaciones de minería son cada vez más costosas en términos de tiempo y energía empleada por los ordenadores a la hora de desencriptar códigos cada vez más complejos, mientras que la retribución que reciben a cambio de ello en bitcoins de nueva creación es cada vez menor. Al haber alcanzado cerca de un 80% de su potencial total, la generación de nuevas monedas se ha reducido automáticamente a la mitad desde mediados del año en curso.
 
Este escenario ha coincido con una creciente aceptación del bitcoin tanto por usuarios como por empresas que la incluyen entre sus facilidades de pago. A lo largo del tercer trimestre del año, según datos de la plataforma especializada CoinDesk, se abrieron más de un millón de nuevas cuentas en esta criptomoneda. A este renovada popularidad han contribuido la mejora de las plataformas de negociación y depósito después de los múltiples episodios de robo de cuentas sufridos a lo largo del año 2014 y, principalmente, el desarrollo de tecnología por parte de empresas físicas y sobre todo online para implementar sistemas que acepten el bitcoin para la liquidación de compras.
 
Un último pero no menos importante factor, según el elenco que destaca la agencia de información económica, es la creciente lucha contra el terrorismo y la corrupción en distintas regiones del mundo. Una cuestión que desde el inicio ha envuelto en polémica el bitcoin debido a sus posibilidades de anonimato y uso en redes de dudosa legalidad. En este sentido, las cortapisas de Irán y Venezuela a prohibir facturas y pagos en efectivo de mayor importe ha dado un nuevo impulso a las transacciones en monedas digitales fuera del alcance de las autoridades económicas locales.
 

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