ChemChina ha defendido desde el inicio de su puja por la suiza Syngenta que su objetivo no es absorber la gigante de semillas ni jubilarla de la Bolsa de Zúrich. La compañía líder mundial de semillas Syngenta se dispara más de un 11% en la Bolsa de Zúrich después de que las autoridades estadounidenses hayan dado el visto bueno a su compra por parte de la estatal China National Chemical (ChemChina). Paso decisivo en la que sería la mayor compra de la historia protagonizada por una firma del ‘Gigante Asiático’.
El visto bueno ha llegado desde el Comité de Inversiones Extranjeras, que tiene capacidad de veto en torno a operaciones corporativas cuando considera que estas tienen una especial implicación para la seguridad nacional de EEUU. En este caso, el punto en cuestión era entregar a una compañía controlada por Pekín el poder sobre la mayor firma mundial de semillas de agricultura, que desarrolla una buena parte de su actividad en territorio estadounidense y especialmente en el estado de Carolina del Norte.
A pesar de que una vez otorgada esta luz verde, aún queda que otros muchos organismos supervisores nacionales e internacionales den su visto bueno a la operación, el pronunciamiento de Washington apunta hacia la vía libre a la operación. En este sentido, los analistas subrayan que la agencia norteamericana es una de las más restrictivas y escrupulosas a este respecto.
Desde ChemChina, la mayor compañía química del país asiático con una buena parte de su negocio radicado en la agricultura, se han puesto sobre la mesa 43.000 millones de dólares por la suiza, unos 38.053 millones de euros en función del actual cambio de divisas. Esta cifra se traduce en una considerable prima frente al actual precio de cotización que el mercado no ha dudado en ajustar.
Para asegurarse el éxito de la operación, que rompería todos los récords vigentes hasta la fecha en una adquisición corporativa con origen chino, ambas firmas han explicado en sendos comunicados que “están trabajando estrechamente con las agencias reguladoras involucradas” para salvar su acuerdo. Otro punto a favor de este objetivo es que ChemChina ha señalado en todo momento su intención de mantener a la suiza como compañía independiente y que sus acciones se mantengan como cotizadas en el parqué helvético.
«La disuasión está ya teniendo un impacto (…). La gente está preocupada y eso demuestra exactamente lo que estoy diciendo. Si la gente viene…
