No cabe duda de que la factura eléctrica es una de las más temidas en los hogares españoles. A día de hoy, el gasto es grande, y a estas alturas ni siquiera extraña que buena parte de las familias nacionales comiencen a apostar por instalaciones de energía renovable como alternativa, para optimizar el gasto energético y ahorrar unos euros al año.
Pero la cifra de ahorro es ya considerablemente elevada. De acuerdo al último estudio Mirubee, app de ahorro y consumo energético, los hogares con placas solares instaladas están ahorrando hasta un 24% de energía al año de promedio en su factura de la luz.
El consumo medio de las viviendas españolas, de acuerdo a datos de la propia aplicación, es de unos 5.470kWh, de los cuales 4.400kWh corresponden directamente de la instalación eléctrica convencional. Al cambio, el gasto supone un desembolso para los hogares de unos 615 euros al año.
Mientras, los 1.070kWh restantes proceden de la energía generada por los paneles solares en los hogares en los que se encuentran instalados, lo que supone un ahorro nada desdeñable: unos 150 euros anuales. No obstante, el ahorro puede ser mayor o menor dependiendo del número de placas instaladas y potencia contratada.
Las ventajas son evidentes, pero la cuestión del impuesto sol no facilita que los consumidores se decanten por estas alternativas, a pesar de ser más limpias y abaratar considerablemente costes en facturas. Lo cierto es que el gravamen obliga a los hogares que hayan apostado por el autoconsumo a pagar un total de 9€ más IVA al año por cada kW de potencia instalado en sus paneles solares.
La principal desventaja se queda en que los hogares en los que se genera más energía de la utilizada tienen que entregar el sobrante a la compañía eléctrica que le corresponda. Pero, en realidad, el gravamen sólo implica el recorte de un 6% de lo ahorrado, con lo que el negocio sigue siendo considerablemente rentable.
