La demanda en papeles a seis meses ha sido considerablemente inferior a la subasta de enero, pero en este rango se ha logrado mantener la racha de rendimientos negativos. España vuelve a pagar por financiarse a un año. La subasta de este martes ha puesto fin a una ininterrumpida racha de tres meses consecutivos en los que el Tesoro Público había logrado cobrar intereses a su favor por sus letras a un año. Esta vez, los rendimientos de estos papeles de deuda irán a parar a la cuenta de sus inversores.
La subasta de este martes ni tan siquiera ha logrado alcanzar el tope previsto de emisión, en 6.000 millones de euros. El Tesoro Público se ha conformado con encontrar dueño a papeles de deuda soberana por un total de 5.720 millones, si bien la demanda ha superado los 11.000 millones de euros, según los datos aportados por el organismo.
En la referencia a un año, se han colocado un total de 3.915 millones de euros, si bien la demanda inversora ha alcanzado los 7.466 millones. Aunque la ratio de cobertura ha sido así de 1,9 veces frente a las 1,6 de la emisión anterior de este mismo rango de vencimiento, esta vez los inversores no han estado dispuestos a poner de su bolsillo por hacerse con estos títulos.
El tipo medio de esos papeles se ha situado en el 0,0%, cuando el mes pasado se consiguieron tipos del 0,06% a favor del propio Tesoro. El interés marginal, el máximo visto para cada una de las adjudicaciones celebradas ha pasado del -0,055% de la emisión anterior al 0,005% a favor de los inversores en esta oportunidad.
Por lo que se refiere a letras a la mitad de plazo, seis meses, los inversores sí que han seguido asumiendo rentabilidades negativas, pero mucho más suaves que las de la anterior colocación de deuda. En este caso, el tipo medio ha pasado del -0,150% al -0,061%, mientras que el marginal se ha estrechado hasta el -0,052% desde el -0,098% previo.
La colocación total en este tramo ha ascendido a 1.801 millones de euros, frente a una demanda de 3.434 millones. Para este tramo, las solicitudes han bajado significativamente, pues de una ratio de cobertura de 6,9 veces se ha pasado a tan solo 1,9 en la emisión celebrada este martes y que supone la antesala de la llamada que el Tesoro realizará a los mercados este jueves para encontrar dueño a entre 3.000 y 4.000 millones en bonos a tres y cinco años y obligaciones a diez.
