ACS renuncia en su nuevo código de conducta al “liderazgo global” en infraestructuras

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ACS renuncia en su nuevo código de conducta al “liderazgo global” en infraestructuras

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La constructora ha logrado mejorar beneficio gracias al positivo impacto de un dólar fuerte, moneda en la cual ha hecho un 39% de su negocio hasta septiembre. ACS ha dado a conocer junto con sus cuentas trimestrales el nuevo código ético de aplicación a todos sus trabajadores. A pesar de haber registrado beneficios un 4,2% por encima del año pasado, gracias a un positivo efecto divisa, la constructora presidida por Florentino Pérez renuncia en su documento interno a “perseguir el liderazgo global” en el sector infraestructuras.

Hasta ahora, el código ético de la compañía recogía en su punto primero que su “misión” era “perseguir el liderazgo global y promover el crecimiento sostenible para poder contribuir al desarrollo social y económico de la sociedad”. Una frase que, a diferencia de otras que han sido recolocadas o reformuladas, ha desaparecido de la nueva versión de este documento, que ya ha sido remitida ya a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En esta nueva edición del código de conducta, se incluyen además modificaciones relativas a la entrada en vigor del nuevo reglamento de buen gobierno corporativo y se incluyen puntos sobre cuestiones que en los últimos tiempos han ganado relevancia en las buenas prácticas corporativas: responsabilidad fiscal, respeto a las minorías, al entorno y otros epígrafes que varían en su redacción para ganar peso.

Por lo que se refiere a las cuentas de su tercer trimestre fiscal, la constructora ha dado cuenta de un beneficio neto de 574 millones de euros que ha venido espoleado fundamentalmente por la apreciación del dólar en el mercado internacional de divisas. El crecimiento experimentado por la compañía en EEUU, que ya representa un 39% de su facturación, ha contado con el revulsivo de este positivo efecto al contabilizar contratos en euros, más débiles en la actualidad que la moneda norteamericana.

Han ascendido por tanto también las ventas consolidadas del grupo, un 3,6% con respecto a los nueve primeros meses del año pasado, hasta los 26.366 millones de euros. A cierre de septiembre, la facturación internacional de la cotizada española suponía ya un 82,7% del total, mientras que la actividad en España se reduce a un peso relativo del 17,3% de las ventas globales.

El programa de desinversiones emprendido por ACS se deja notar en una nueva reducción de su cartera de deuda. Según las cifras publicadas por la compañía, el endeudamiento neto se minora hasta los 3.880 millones de euros, un 33,9% menos que hace un año. Así, la ratio de deuda sobre Ebitda se sitúa en 1,5 veces, el objetivo que se había marcado para cerrar el presente ejercicio.

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