El beneficio por acción a cierre trimestral se ha quedado en poco más de la mitad de hace un año, lo que se ha traducido en mínimos de cotización de dos años. Macy’s se sitúa en el disparadero de los inversores de Wall Street en esta jornada de miércoles. La compañía ha revelado unas cuentas para el tercer trimestre del año que no han colmado las previsiones de los analistas y, además, ha dado a conocer unas débiles previsiones para la temporada navideña. El resultado son caídas de más del 14%.
La gráfica de precios de Macy’s ha llegado a marcar mínimos de los últimos dos años al ceder hasta los 40,10 dólares por acción en los cruces más bajistas de la jornada. Un brusco descalabro si se tiene en cuenta que ayer mismo se coqueteaba con el asalto a los 50 dólares por título con el aliciente de unos resultados de negocio que finalmente han sido más un lastre que un catalizador alcista.
Los inversores penalizan a la compañía por haber vuelto a publicar una cifra de ventas menor a la anterior y no haber presentado un plan para optimizar el uso de sus bienes inmuebles. En su lugar, la estadounidense ha anunciado el lanzamiento de asociaciones estratégicas con terceros vía joint-ventures y el relanzamiento de sus tiendas insignia en sus viejos baluartes de negocio, como Manhattan y San Francisco.
El beneficio de este periodo se ha quedado en 118 millones de dólares, frente a los 217 millones del año pasado. Ajustado por acción, la caída es de los 61 centavos de dólar de hace un año hasta los 36 centavos de esta ocasión, si bien el consenso de mercado esperaba ganancias por al menos 54 centavos por título.
