Irán confirma que las políticas de producción petroleras no van a cambiar por el momento, pero reclama un precio por barril superior a los 70 dólares. Irán confirma que no tiene esperanzas de que la OPEP vaya a cambiar sus políticas de producción por el momento. No obstante, quiere que el precio del barril se vuelva a situar por encima de los 70 dólares, de acuerdo a las declaraciones del ministro de Petróleo del país realizadas este lunes.
En una conferencia para abordar los desplomes en los precios petroleros celebrada en Teherán, Biyán Zangané ha reconocido que no espera que se produzca “ningún cambio” en cuanto a políticas de producción en la próxima reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, que se celebrará el 4 de diciembre en Viena. “El ambiente no es el adecuado para cambiar nada”, ha asegurado.
Lo cierto es que algunos funcionarios ya han señalado que el conjunto de exportadores podría modificar su límite de producción, situado en los 30 millones de barriles diarios. Pero esto sólo se produciría, en principio, para dejar en constancia de la vuelta de Indonesia al cártel, y no habría ningún cambio para los demás miembros.
Zangané ha mostrado su decepción con los actuales precios del crudo, y asegura que los miembros de la OPEP no se conforman con 50 dólares por barril. De acuerdo al ministro de Petróleo iraní, se aspira a un rango de entre 70 y 80 dólares, aunque asegura que nadie pretende volver al de los 100 dólares, el nivel alcanzado antes del colapso del pasado año.
Irán se encuentra en pleno proceso de recuperación de las ventas mundiales de petróleo después de que Estados Unidos y otras potencias mundiales sancionaran al país por su programa nuclear. Fue el pasado julio cuando Irán aceptó acatar límites para este programa, con vistas a volver a acceder a los mercados petroleros.
Ahora, Irán busca 100 mil millones de dólares de inversión con fecha límite en marzo de 2021, precisamente para aumentar su producción de petróleo y gas natural, de acuerdo al propio Zangané. El país espera atraer el interés de la inversión con el anuncio de nuevas condiciones en los contratos antes de noviembre.