Las acciones del grupo han llegado a desplomarse un 19%.
Jornada de infarto para Abengoa en Bolsa. La compañía que llegó a colocarse al frente de los avances del Ibex 35 con un repunte del 5% en los primeros compases de la negociación se ha llegado a desplomar después un 19%. Tres horas después del inicio de la sesión limita sus descensos al 9%. ¿Qué está pasando? Esta es la pregunta que se hacen esta mañana muchos inversores.
Ya ayer sus títulos se hundieron un 7,66% e intentó frenar la sangría bursátil con la presentación de un avance de sus resultados semestrales, anunciada con una hora de antelación. La empresa explicó a la CNMV que en los seis primeros meses del año ha facturado entre 3.375 y 3.400 millones de euros, un 3% más que en el mismo periodo de 2014. Además, el resultado bruto de explotación (ebitda) se ha situado entre 640 y 660 millones de euros, un 9% más.
Expertos consultados atribuyen el desplome de hoy al anuncio que realizó ayer Abengoa de unificar las mismas garantías de su deuda para frenar la especulación. Según aseguró su consejero delegado, Santiago Seage, disminuir la deuda es “una prioridad clave” para la empresa”. Pero en lugar de calmar al mercado, esta afirmación ha añadido más combustible a las dudas de los inversores por la contabilidad de la deuda de la compañía. Es decir, que los temores que provocaron a finales del año pasado el fuerte varapalo bursátil del grupo controlado por la familia Benjumea han vuelvo a aparecer.
En noviembre de 2014, Abengoa consiguió recuperarse del hundimiento de su acción tras revisar cuentas, elevar su deuda y comprometerse a acelerar las desinversiones, entre otras medidas.
Algunos analistas e inversores han cuestionado la liquidez de Abengoa desde que la semana pasada vendiera su autocartera para captar fondos por 98 millones de euros. En el último mes, las acciones del grupo se desploman un 23%.







