La tecnológica ha cerrado con éxito su ampliación de capital y ahora está pendiente de alcanzar un acuerdo con sus acreedores para salvar el desplante de Cisco. La especulación en Amper no entiende de índices. A pesar de que la tecnológica ha sido expulsada del índice Ibex Small Cap, sus acciones han cerrado este jueves con una revalorización del 26%. Una noticia que augura menor liquidez para un valor al filo de la quiebra y que, sin embargo, no ha impedido un nuevo y vertical rebote.
En los cruces más punteros de la sesión, cada una de las acciones de Amper ha llegado a pagarse a 0,65 euros por acción, cuando a cierre de ayer miércoles a duras penas se salvaban los 0,50 euros por título. La retirada del índice que habitualmente supone una drástica retirada de inversores y el consiguiente castigo bursátil, la tecnológica ha esquivado el golpe de ser excluida del grupo de referencia de cotizadas españolas de mediana capitalización.
A lo largo de la sesión, han cambiado de manos cerca de 12 millones de acciones de Amper. Un volumen muy abultado para lo que acostumbra el valor y que no se alcanzaba desde hace justo una semana, entonces en plena ampliación de capital y la especulación bursátil a la que dio lugar la negociación de sus derechos liberados.
El rebote de este jueves, ha supuesto la primera sesión claramente alcista para el valor desde la del pasado miércoles 3 de junio. Pese a todo, la compañía acumula una revalorización del 82% desde que empezó el año entre promesas de ‘caballeros blancos’ que no llegan a consumar su desembarco en la compañía y amenazas de desencadenar el concurso de acreedores por parte de Cisco, uno de sus principales proveedores.
Mientras tanto, la ampliación de capital ha salido adelante con sobresuscripción, tal y como explicó la compañía. Una circunstancia que en gran medida fue posible gracias al compromiso de su presidente Jaime Espinosa de los Monteros y de uno de sus consejeros independientes de acudir a la emisión de acciones en su fase final.